A Suecia le va a resultar "muy difícil" lograr la extradición del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, por supuestos delitos de acoso sexual, según un especialista en extradiciones británico.

Según Raj Joshi, ex jefe de la división europea e internacional de la Fiscalía de la Corona británica, el hecho de que Suecia no haya formulado una acusación oficial de tipo criminal contra Assange facilitará la tarea de sus abogados.

Éstos visitarán a su cliente hoy en la prisión de Wandsworth, sur de Londres, en la que está desde su detención el martes pasado a petición de la fiscalía sueca, que le quiere interrogar tras las denuncias presentadas por dos mujeres de ese país que dicen haber sido sus víctimas.

"Por lo que sabemos hasta ahora, va a ser muy difícil que le extraditen. El juez tiene que comprobar que la conducta que se le imputa constituye un delito extraditable y que no hay impedimentos legales", explicó Joshi al diario "The Guardian".

La defensa de Assange preguntará "cómo es posible que su conducta equivalga a un delito extraditable si el fiscal (sueco) no cree siquiera que haya pruebas suficientes para acusarle formalmente, y eso no ha cambiado", agregó el experto.

Mientras tanto, un grupo británico a favor de la condena de los violadores se preguntó por los motivos del "celo nada habitual" con el que se persigue en Gran Bretaña a Assange, un ciudadano australiano, por acusaciones de acoso sexual formuladas en Suecia.

En una carta al diario The Guardian, Katrin Axelsson, del grupo "Mujeres contra las Violaciones", explica que lo habitual en Gran Bretaña es que se conceda libertad bajo fianza a las personas acusadas de ese tipo de delitos.

Según Axelsson, tampoco Suecia se ha distinguido en otros casos a la hora de procesar a violadores.

"Muchas mujeres tanto británicas como suecas van a extrañarse del celo inusual con el que se persigue a Assange", escribe Axelsson, según la cual existe una larga tradición de la utilización de ese tipo de acusaciones con motivos políticos que "nada tienen que ver con la seguridad de las mujeres".

Assange debe permanecer en prisión al menos hasta el próximo martes, 14 de diciembre, cuando sus abogados tratarán de conseguir que el juez le ponga en libertad bajo fianza, algo que no lograron a raíz de su detención y pese a que diversas personalidades del periodismo y la cultura se ofrecieron a avalarle.

Voluntarios de WikiLeaks enviaron ayer al preso un paquete con ropa, cartas de apoyo, artículos para la higiene personal y una selección de libros, entre ellos uno de su abogado Geoffrey Robertson.

Otro de sus abogados, Mark Stephens, reiteró el miércoles sus sospechas de que las maniobras suecas tienen motivación política y se tratan tal vez de una táctica dilatoria hasta que EEUU le acuse oficialmente de la publicación de documentos reservados por WikiLeaks.

"Si hay conversaciones entre Suecia y EEUU para su entrega, tendremos razones suficientes para estar preocupados", explicó.