La ciudad de Roma acogió ayer una multitudinaria manifestación contra el Gobierno conservador de Silvio Berlusconi, en vísperas de las votaciones decisivas que tendrá que afrontar el próximo martes, día 14, en el Parlamento y de las que depende la continuidad del Ejecutivo italiano.

Convocados por la principal formación en la oposición, el Partido Demócrata (PD), miles de personas acudieron a Roma desde toda Italia para mostrar su oposición a la actuación gubernamental y exigir un giro político en el país.

Divididos en dos marchas -una liderada por el secretario general del PD, Pier Luigi Bersani, que partió de plaza República, y otra de la plaza de los Partisanos, encabezada por la presidenta de la formación, Rosy Bindi- los asistentes recorrieron las calles de la capital italiana y confluyeron ante la basílica de San Juan de Letrán.

Las columnas avanzaron de forma pacífica bajo el eslogan "Con la Italia que quiere cambiar" y al son del canto partisano "Bella Ciao", con los manifestantes portando pancartas en las que podía leerse "Italia cambiará y Berlusconi a la cárcel irá" o "Está podrido, tirémoslo abajo", en referencia al Ejecutivo italiano.

Al término de la marcha, Bersani dirigió un discurso a los presentes en el que calificó de "desastroso" el balance de los 16 años en política de Berlusconi y reiteró su petición de que el presidente del Consejo presente su dimisión.

El secretario general del PD subrayó que la crisis política del centro-derecha "existe" y no se resuelve "con la compra de dos o tres votos".

Bersani aludió así a la apertura de una investigación en la Fiscalía de Roma por la supuesta compra de votos en la Cámara de los Diputados por parte de Berlusconi para asegurarse la mayoría en este hemiciclo en la moción de censura que se votará el martes.

En contrapartida a la manifestación del PD, la formación liderada por Berlusconi organizó para este fin de semana numerosos actos y encuentros en diferentes ciudades de toda Italia, donde se han dispuesto una serie de casetas para ilustrar y promover la acción del Gobierno en estos dos años y medio.

Entre tanto, dieciséis parlamentarios italianos, diez del gobernante Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi y seis del grupo Futuro y Libertad (FLI) de Gianfranco Fini, pidieron ayer a sus líderes que "se supere" la moción de censura y se sienten a negociar de nuevo.

Los parlamentarios proponen salvar la votación decisiva en la cámara baja con la "no participación" de los diputados del FLI, informaron los medios de comunicación italianos.

Asimismo, suscribieron un "documento político" en el que proponen una serie de materias, desde la reforma de la Constitución hasta cuestiones económicas, y señalan que ambas formaciones deben abordar dichos temas después de sortear este escollo.