El Gobierno japonés prevé aumentar a partir del próximo año el número de las baterías antimisiles Patriot en sus bases aéreas en todo el país para contrarrestar la amenaza de un eventual ataque de Corea del Norte, informó ayer la agencia local Kyodo.

Esta medida forma parte del programa quinquenal de Defensa que será aprobado este mes y entrará en vigor en abril de 2011, según fuentes de las Fuerzas de Auto Defensa de Japón (Ejército) citadas por Kyodo.

Actualmente, solo tres de las seis bases aéreas japonesas están equipadas con las referidas baterías antimisiles tierra-aire Patriot de Capacidad Avanzada-3 (PAC-3).

Las PAC-3 protegen el territorio japonés de misiles que puedan burlar el sistema de detección e interceptación naval Aegis desarrollado conjuntamente con Estados Unidos.

El incremento en la seguridad se da después del ataque de Pyongyang a la isla fronteriza surcoreana de Yeonpyeong, en el que murieron dos militares y dos civiles surcoreanos, y que elevó la tensión en la región al máximo desde el fin de la Guerra de Corea.

Japón decidió construir un sistema de defensa antimisiles, con la ayuda de Estados Unidos, después del lanzamiento norcoreano de un misil balístico en agosto de 1998, que sobrevoló el archipiélago antes de caer al océano Pacífico.

Bajo el nuevo programa de Defensa, el Gobierno japonés también prevé equipar sus seis navíos destructores del tipo Aegis con misiles interceptores SM-3 (siglas de Standard Missile-3) y reducir el tanto número de tanques como el de la artillería de 200 a 400. A su vez, aumentará el número de submarinos de 16 a 22 con el fin de reforzar la vigilancia alrededor del archipiélago de Okinawa y de las islas Nansei, para afrontar un eventual ataque norcoreano y disuadir a China, que ha aumentado su actividad naval en la zona.