Seis personas han sido condenados hoy en Yakarta hasta nueve años en prisión después de ser declarado culpables de pertenecer a una célula terrorista que planeaba atentados contra embajadas y hoteles de extranjeros occidentales.

La pena más alta fue para Oman Rohman, quien confesó haber recibido financiación de Dulmatin, el terrorista indonesio más buscado del país hasta su muerte este año durante una operación policial.

Los otros cinco condenados, en un juicio diferente, recibieron penas de entre siete y ocho años.

La Policía de Indonesia ha asestado este año un importante golpe al terrorismo islámico desde que desmanteló un campamento de entrenamiento en la provincia de Aceh, situado al norte de la isla de Sumatra, el pasado mes de febrero.

Al mes siguiente de esa operación, Dulmatin moría en un tiroteo con agentes del orden.

La semana pasada, las fuerzas del orden detuvieron al indonesio Imran Baehaqi, alias Abu Tholut, quien tras las muertes del malasia Noordin Tip, en 2009, y del Dulmatin, encabezó la lista de terroristas más buscados del país.

El grupo Yemaa Islamiya, considerado por los expertos el brazo regional de Al Qaeda, es la principal amenaza terrorista en Indonesia y después las pequeñas organizaciones y células creadas a su sombra.

Indonesia es una nación con más de 230 millones de habitantes, de los que cerca del 90 por ciento son musulmanes.