El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, advirtió hoy de que la situación en la península coreana está "muy caliente" e hizo un llamamiento Pyongyang y Seúl a a abstenerse de acciones que conduzcan a una escalada de la tensión.

"En esta situación no puede haber optimismo. Precisamente por este causa se propuso el fin de semana convocar de urgencia el Consejo de Seguridad (de la ONU) con el fin de, sin condenar a nadie, enviar a todos un mensaje para que manifiesten contención", aseguró Lavrov a la prensa, citado por la agencia Interfax.

El jefe de la diplomacia constató que la "situación está muy caliente".

Lamentó que el Consejo de Seguridad no haya adoptado una declaración sobre la situación en la península coreana, pero se congratuló de que durante el debate se enviara una señal muy clara a los actores del conflicto.

Según el titular de Exteriores, el debate en el Consejo de la Seguridad debe ser interpretado como un mensaje a las partes de que deben abstenerse de provocaciones o acciones que puedan desestabilizar la situación.

Corea del Sur inició y concluyó hoy sus maniobras militares con fuego real en la tensa frontera del mar Amarillo tras una hora y media de operaciones, según la agencia surcoreana Yonhap.

La localización de las maniobras, ante la isla surcoreana de Yeonpyeong que fue atacada el mes pasado por el régimen norcoreano con descargas de artillería que mataron a cuatro personas, causó la alarma generalizada, aunque los ejercicios se desarrollaron sin que los medios locales hayan informado de incidentes.

El viernes pasado, la Cancillería rusa citó a los embajadores de Estados Unidos y Corea del Sur para pedirles que suspendieran sus planes de celebrar maniobras militares en el mar Amarillo.

Corea del Norte había advertido a Seúl de que volvería atacar territorio surcoreano si seguía adelante con sus planes de celebrar maniobras cerca de la línea de demarcación con el Norte.