El Frente Polisario pidió hoy al Consejo de Seguridad de la ONU que tome medidas para evitar "el colapso" de las estancadas negociaciones con Marruecos sobre el Sahara Occidental auspiciadas por el organismo internacional.

En una carta dirigida a la presidenta de turno del órgano, la embajadora de Estados Unidos, Susan Rice, el movimiento independentista saharaui asegura que la "actitud de obstrucción" y el "desprecio" por los derechos humanos de Rabat minan la credibilidad del diálogo.

"El Consejo de Seguridad debe de ser consciente de los riesgos que rodean el proceso de negociaciones y tomar las medidas necesarias para evitar que colapse de forma definitiva", afirma la misiva firmada por el representante del Polisario ante la ONU, Ahmed Bujari.

El dirigente saharaui también advierte de que, en su actual situación, el proceso auspiciado por Naciones Unidas corre el riesgo de que "se convierta en un instrumento del que la potencia ocupante se serviría para afianzar su ocupación ilegal del territorio".

La carta reconoce que no se produjeron avances en la cuarta reunión informal que las partes celebraron del 16 al 18 de diciembre en la localidad de Manhasset, en las afueras de Nueva York.

Aunque el encuentro concluyó con el compromiso de continuar el diálogo el 21 y 22 de enero y en una fecha aún por determinar de marzo, Bujari asegura que "las perspectivas del proceso negociador no son nada halagüeñas" pese a los esfuerzos del enviado especial de la ONU, Cristopher Ross.

"Los resultados de la ronda conllevan el mensaje de que el proceso está en su totalidad bajo un serio riesgo de desmoronamiento, con todas las implicaciones que de ello se derivarían para la consistencia del compromiso del Consejo de Seguridad y para las expectativas de toda la región", afirma Bujari.

En su opinión, el proceso está encallado por la negativa de Rabat a debatir en la mesa de negociación cualquier otra solución que no sea la autonomía, lo que impide que se pueda llegar a una solución "mutuamente aceptable".

Por otro lado, considera que el violento desmantelamiento del campamento de protesta saharaui de Gdaim Izik el mes pasado, que generó graves disturbios y condenas por parte de organizaciones y gobiernos, debe ser investigado por los organismos internacionales.

A su juicio, la actuación de las autoridades marroquíes en El Aaiún "ponen de relieve el carácter altamente contraproducente e injustificable de la ausencia de un mecanismo de observación de los derechos humanos en el territorio".

El encuentro que concluyó el pasado sábado es la segunda ocasión en poco más de un mes en que Naciones Unidas ha reunido de manera informal a Marruecos y el Polisario para avanzar en el proceso de negociación de una salida pactada al conflicto en la ex colonia española.

Desde 2007 ambas partes han celebrado cuatro reuniones directas en Nueva York auspiciadas por Naciones Unidas, sin que hayan logrado el mínimo avance en las cuestiones de fondo del conflicto.

Rabat insiste en que su propuesta de autonomía es la única salida al conflicto de 30 años en la ex colonia española, mientras que el Polisario defiende la celebración de un referéndum con la independencia entre una de las opciones.