El movimiento chiíta Hizbulá "ha dejado claras" sus intenciones al abandonar el Gobierno libanés y causar con ello el fin de ese Ejecutivo de coalición, aseguró hoy la Casa Blanca.

En una rueda de prensa, el consejero de Seguridad Nacional, Tom Donilon, indicó que, como consecuencia de la caída del Gobierno encabezado por el primer ministro Saad Hariri, Hizbulá "tendrá complicado" presentarse como "una organización de resistencia legítima" si continúa socavando "los esfuerzos internacionales por descubrir la verdad".

Hizbulá anunció su abandono del Gobierno libanés cuando Hariri se reunía el miércoles en la Casa Blanca con el presidente de EEUU, Barack Obama.

La iniciativa del movimiento chiíta se produjo en anticipación del esperado dictamen del Tribunal Especial auspiciado por la ONU que ha investigado el asesinato del ex jefe de Gobierno y padre del actual primer ministro, Rafik Hariri, en 2005.

Desde hacía meses Saad Hariri se encontraba bajo presión ante la posibilidad de que el Tribunal Especial acuse a responsables del movimiento pro iraní Hizbulá en su dictamen.

Hizbulá había advertido contra cualquier presentación de cargos contra sus líderes e intentaba que Hariri, que apoya el tribunal, rechazara sus conclusiones.