La ONU busca fomentar en las conversaciones informales que reanudan hoy Marruecos y el Frente Polisario un nuevo ambiente más propicio al diálogo, que permita superar el estancamiento de las negociaciones sobre el Sahara Occidental, aseguró el organismo internacional.

Las delegaciones de ambas partes se encontrarán con el enviado especial de Naciones Unidas, Cristopher Ross a partir de las 23.00 GMT en un finca de la localidad de Manhasset, en las afueras de Nueva York, sede habitual de los contactos.

En la reunión que se alargará hasta el domingo, el diplomático estadounidense espera que los dos bandos profundicen en los "enfoques innovadores para crear un ambiente más propicio" que aceptaron explorar en el último encuentro celebrado el pasado diciembre, explicó hoy el portavoz de la ONU, Martin Nesirky.

"Las conversaciones abordarán diferentes materias y depende de las partes presentar propuestas concretas", indicó el portavoz en una conferencia de prensa.

Nesirky también señaló que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se siente animado por la reanudación el pasado 7 de enero de las visitas entre familias separadas que viven en el Sahara Occidental administrado por Marruecos y en los campos de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia), tras una suspensión de diez meses.

"El secretario general aplaude iniciativas de esta índole que ayudan a crear confianza y asisten a la gente afectada por este largo conflicto", agregó.

La de hoy es la quinta ronda de negociaciones informales auspiciadas por Naciones Unidas, y a ella asisten una vez más como observadores Argelia y Mauritania, en su calidad de países vecinos.

En las ocasiones anteriores esos encuentros directos en Nueva York concluyeron sin haber logrado un mínimo avance.

Rabat insiste en que su propuesta de autonomía es la única salida al conflicto que dura más de 30 años en la ex colonia española, mientras que el Polisario defiende la celebración de un referéndum con la independencia entre una de las opciones.

El representante del Polisario ante la ONU, Ahmed Bujari, no espera que esta reunión sea diferente, ya que en su opinión la negativa marroquí a considerar la propuesta de referéndum impide el progreso de las conversaciones.

Por ello, en declaraciones pidió de nuevo al Consejo de Seguridad de la ONU que "tome cartas en el asunto dado que el proceso está bloqueado" por la posición de Marruecos.

Bujari también se refirió a las declaraciones, el jueves, de la ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, quien afirmó que hay que ser "conscientes de la dificultad" de que se pueda celebrar un referéndum en el Sahara y aseguró que incluso el Polisario es consciente de esta situación.

Para el representante saharaui, las palabras de la jefa de la diplomacia española son "desafortunadas y carecen de todo fundamento", por lo que -en su opinión- no contribuyen a mejorar las relaciones entre el movimiento independentista y el Ejecutivo español.

Asimismo, señaló al reciente referéndum de autodeterminación en el sur de Sudán como una prueba de que este tipo de plebiscitos son una salida viable a conflictos de larga duración como el del Sahara.

La situación en la ex colonia española es precisamente uno de los asuntos que dominarán la visita de Jiménez a Naciones Unidas el próximo lunes, cuando tiene previsto reunirse por separado con Ban y Ross.

Ante el estancamiento de las negociaciones entre las partes, España propone elevar el nivel de participación del grupo de países Amigos del Sahara para colaborar en la solución del conflicto.

Ese es el mensaje que Jiménez también transmitirá a la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, cuando se reúnen el martes en Washington.

Marruecos y el Polisario celebraron cuatro reuniones directas en Manhasset auspiciadas por Naciones Unidas entre 2007 y 2008 sin que hayan logrado el mínimo avance en las cuestiones de fondo, por lo que desde entonces se acudió a la fórmula de las conversaciones informales para tratar de rescatar el proceso.

Sin embargo, las tensiones entre las dos partes han ido en aumento, particularmente desde el violento desmantelamiento del campamento de protesta saharaui de Gdaim Izik en noviembre, que generó graves disturbios y condenas por parte de organizaciones y gobiernos.