El Gobierno y la oposición en Irlanda acordaron hoy un calendario para adelantar a finales de febrero las elecciones generales, previstas inicialmente para el 11 de marzo, toda vez que el Parlamento apruebe la nueva Ley de Finanzas.

El acuerdo llega después de una jornada de reuniones entre el Ejecutivo y los partidos de la oposición, en un intento de la clase política irlandesa de imponer un poco de cordura en la grave crisis política que atraviesa el país.

Según el ministro de Finanzas, Brian Lenihan, la Cámara Baja irlandesa (Dáil) se dedicará exclusivamente entre este martes y el jueves a debatir la citada legislación, que da luz verde a los Presupuestos Generales para 2011, los más duros en la Historia del país.

La nueva ley también da cobertura legal al conjunto de medidas con el que se acometerá el proceso de reestructuración de la economía nacional durante los próximos cuatro años, tal y como establecen las condiciones del rescate financiero de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a este país.

El viernes y el sábado, la Cámara Alta (Seanad) tiene previsto dar su visto bueno y el proceso podría entonces darse por concluido, lo que permitiría convocar unos comicios el 25 de febrero, la fecha preferida por la oposición.

Según este calendario, señaló Lenihan, los dos principales partidos de la oposición, el Fine Gael (FG) y el Laborista, favoritos, según las encuestas, a compartir el poder tras la cita en las urnas, se han comprometido a no presentar mociones de censura hasta el próximo martes.

Después de la retirada este domingo del Partido Verde del Gobierno de coalición, que compartía con el mayoritario Fianna Fail (FF) desde 2007, a ninguna de las formaciones irlandesas le convencía el próximo 11 de marzo como día para celebrar los citados comicios.

El primer ministro, Brian Cowen, eligió esa fecha, adelantando así las elecciones, el pasado jueves, dos días después de que el titular de Exteriores, Michéal Martin, abandonara el cargo tras no lograr desbancarle del liderazgo del FF.

Ese mismo día dimitieron otros cinco ministros correligionarios, que, a diferencia de Martin, no se presentarán a las elecciones, en una fuga colectiva que la oposición interpretó como una burda maniobra para lavar la cara del muy deteriorado Gobierno y del propio FF, que lleva en el poder desde 1997.

Cowen no pudo reemplazar a los dimisionarios con nuevos ministros y se vio obligado a dimitir como líder del partido este sábado, pero dado que decidió continuar como "Taoiseach" (primer ministro), a los verdes no les quedó otra opción que forzar su salida del Gobierno.

En el actual Gobierno ya sólo quedan siete ministros del FF, el mínimo permitido por la Constitución irlandesa, lo que significa que muchos de ellos asumen dos o más carteras.

La situación es tan ridícula que el nuevo puesto del ministro Pat Carey será el de titular de Comunidad, Igualdad, Asuntos Gaélicos, Transporte, Comunicaciones, Energía y Recursos Naturales.

Para la oposición y el electorado de este país, la broma no tiene gracia, ya que la imagen nacional está quedando seriamente dañada, justo cuando Irlanda necesita de la ayuda internacional para salir de la profunda crisis económica.

"Creo que ha sido un buen día de trabajo y es importante para el país que se nos vea unidos y tratando estos temas de una manera comedida", afirmó Lenihan, candidato a sustituir a Cowen como líder del FF.

El titular de Finanzas señaló que prefería haber debatido la citada legislación durante "un par de semanas", pero reconoció que el nuevo calendario permite ahora acelerar el proceso.

En principio, todos los partidos de la oposición, excepto el Sinn Fein, reconocen la necesidad de aprobar la citada ley para poder acceder al rescate ofrecido por la UE y el FMI, aunque hasta la fecha, diferían en cuestiones de calendario.