La convocatoria en toda Libia de una jornada de manifestaciones de protesta contra el régimen de Muamar el Gadafi, tras el rezo del viernes, ha coincicido con un recrudecimiento de los combates, especialmente en la localidad oriental de Al Zauiya, próxima a Trípoli y en Ras Lanuf (al este).

Según aseguraron fuentes de la oposición, los rebeldes del este del país han lanzado un ataque contra el puerto de Ras Lanuf, donde, según el canal catarí AL Yazira, los rebeldes han logrado tomar el aeródromo y un acuartelamiento militar.

Ras Lanuf se encuentra a 662 kilómetros al este de Trípoli y sólo a 200 de Sirte, lugar de nacimiento de Gadafi y una de las tres ciudades clave todavía bajo control del régimen, junto a la capital y Sabha, en el suroeste del país.

En Al Zauiya, a 92 kilómetros al sureste de Trípoli, la milicia rebelde ha perdido a su comandante Hassan Uarbuq, según Al Yazira, que también da cuenta de que se han producido numerosas víctimas entre las filas rebeldes, cuando trataban de repeler un ataque de las fuerzas fieles a Gadafi por el oeste de la localidad.

Por su parte, Mohamed Salem Musa, director del Centro de Prensa del máximo órgano rebelde, con sede en Bengasi (este), la segunda ciudad del país, confirmó a EFE que continúan los combates entre ambas partes, aunque apuntó que desconocía el número de víctimas.

La versión del régimen de Gadafi es que sus fuerzas han tomado la ciudad, según la televisión estatal libia.

Testigos citados por al Yazira hablan de 50 muertos y centenares de víctimas, extremo que no ha podido ser constatado por la prensa independiente.

En estas localidades y en la capital, donde Gadafi ha limitado con escolta los desplazamientos por la ciudad de los periodistas invitados y donde internet y las comunicaciones telefónicas han sido cortadas o son muy lentas, resulta difícil la verificación de la información.

Musa explicó que en Trípoli habían detenido a opositores al régimen durante la noche y la mañana de hoy, aunque no pudo dar cifras.

Asimismo, comentó que entre 400 y 500 militares de la capital, nacidos en ciudades liberadas, habían sido desarmados y puestos bajo custodia.

Sobre Trípoli, también aseguró que habían sido prohibidos los rezos del mediodía en las mezquitas del centro de la capital para evitar las concentraciones y manifestaciones.

Ante la actuación de las fuerzas de seguridad gadafistas, el integrante de la Coalición Revolucionaria libia Mohamed al Mogerbi acusó a Gadafi de haber transgredido todos los límites del comportamiento humano y de querer sólo "el derramamiento de sangre".

"Gadafi ha salido del universo humano y ha ingresado en el animal", declaró Al Mogerbi a EFE, antes de insistir en que el dirigente libio "es capaz de vender su alma al diablo con tal de mantenerse en el poder".

Esta violencia, que ha estallado tras varios días de relativa calma, únicamente rotos por una ofensiva lanzada el miércoles por las fuerzas de Gadafi contra el enclave petrolero de Brega, en la que murieron 12 personas entre rebeldes y civiles, coincide con la convocatoria de manifestaciones multitudinarias en todo el país.

En Bengasi, la segunda ciudad más poblada de Libia y en manos de la oposición rebelde desde el 21 de febrero, más de 5.000 personas asistieron a la celebración del rezo del mediodía del viernes en la plaza de los Juzgados para pedir la caída del líder libio Muamar al Gadafi.

"Este es el último capítulo de la revoluciones que estallaron tras 40 años" de Gadafi en el poder, dijo el imán que presidió la oración.

Con banderas tricolores de la época monárquica y bajo una lluvia intermitente, los participantes escucharon al entregado predicador que en varias ocasiones hizo referencia al símbolo de la lucha por la independencia contra la colonización Omar el Mujtar, ahorcado por las fuerzas colonizadoras italianas en 1931.

En el discurso hubo también numerosas referencias a las víctimas, consideradas "mártires" por los rebeldes al tiempo que clamaba por la renuncia de Gadafi.

Este es el segundo viernes consecutivo que son convocadas manifestaciones multitudinarias en Bengasi y en las principales ciudades del país desde el pasado día 21, cuando el extremo este del país fue controlado por los manifestantes.