La Fiscalía Federal alemana anunció ayer que el tiroteo en el que murieron dos soldados estadounidenses y otros dos resultaron heridos de gravedad en el aeropuerto internacional de Fráncfort el miércoles fue presuntamente una acción terrorista de trasfondo islamista.

"Debido a las circunstancias de los hechos existe la sospecha de que el atentado fue una acción con motivaciones islamistas", subrayó la Fiscalía Federal en un comunicado emitido desde su sede en Karlsruhe, en el centro de Alemania.

El autor de los disparos, un joven de 21 años de origen kosovar, fue detenido nada más cometer el crimen y fue presentado ayer ante un juez instructor del Tribunal Supremo alemán. El comunicado de la Fiscalía Federal alemana anuncia para hoy una conferencia de prensa en la que se darán los primeros detalles del caso.

El ministro de Interior del estado federado de Hesse, Boris Rhein, informó de que el joven ha confesado los hechos en los interrogatorios iniciales y que parece tratarse de un "islamista radicalizado" que presumiblemente actuó solo.

Medios de comunicación locales, que identificaron al autor de los disparos como Arid U., aseguran que trabajaba como empleado del aeropuerto de la ciudad alemana y que tenía contactos con círculos islamistas radicales en este país.

Asimismo, revelan que el sospechoso de terrorismo debió de planificar minuciosamente el múltiple crimen y que, según testigos, gritó en árabe "Alá es grande" en el momento de los hechos.

Arid U. asaltó el miércoles un autobús militar estadounidense ante la Terminal 2 del aeropuerto de Fráncfort y abrió fuego con una pistola contra sus ocupantes, lo que causó la muerte instantánea de dos ellos y heridas de gravedad a otros dos.

Los dos militares estadounidenses heridos continúan en estado crítico, informó ayer la policía local.

Al parecer, el autor del tiroteo efectuó nueve disparos contra los ocupantes del autobús, una docena de militares de las Fuerzas Aéreas estadounidenses que acaban de aterrizar procedentes de su base en la localidad inglesa de Lakenheath.

Todos ellos forman parte de la policía militar de las Fuerzas Aéreas norteamericanas y se dirigían a la base aérea de Estados Unidos en la localidad alemana de Ramstein, desde donde tenían previsto continuar viaje hacia Afganistán o Irak.

El joven kosovar, que carece de antecedentes, fue detenido poco después del ataque por la Policía alemana, que considera en principio que actuó solo y sin cómplices. La Policía ha registrado ya la vivienda del detenido en el barrio de Sossenheim de Fráncfort, donde residía al parecer desde 1991 con sus padres que proceden de una pequeña aldea a las afueras de Mitrovica, en el norte de Kosovo.

La Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) y la Policía de la capital financiera de Alemania han formado una comisión investigadora especial a la que se han sumado agentes estadounidenses.

El nuevo ministro federal de Interior, Hans-Peter Friedrich, señaló que, pese al atentado, no considera necesario elevar el nivel de alarma terrorista en Alemania ante los datos de que se dispone sobre el crimen.

Pese a todo, en el aeropuerto de Fráncfort, el mayor de la Europa continental, se han vuelto a incrementar las medidas de seguridad y patrullan parejas de policías armados con metralletas y protegidos con chalecos antibalas.

El Ministerio de Asuntos Exteriores alemán anunció ayer que su titular, Guido Westerwelle, llamó por teléfono a la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, a la que aseguró un rápido y completo esclarecimiento de los hechos.