El prisionero de conciencia cubano Pedro Argüelles Morán fue puesto en libertad el viernes y regresó a su casa en la provincia oriental de Ciego de Ávila, según comunicó el propio disidente, que tiene el propósito de seguir luchando a favor de la democracia en la isla.

"Yo soy un luchador civilista, tengo un compromiso con Cuba, con los derechos humanos, con la libertad y un compromiso con la democracia: ése es mi objetivo en la vida", declaró Argüelles en conversación telefónica poco después de llegar a su casa.

Argüelles, cuya liberación fue anunciada este mismo viernes por la Iglesia Católica, pertenece al Grupo de los 75, como se denomina a los disidentes que fueron condenados en una ola represiva en 2003, de los que cuatro todavía están en prisión.

Este periodista independiente de 64 años salió de la cárcel bajo la figura de licencia extrapenal, al igual que los otros siete disidentes del Grupo de los 75 que han rechazado el exilio y que han sido excarcelados en los últimos meses.

Yolanda Vera Nerey, la esposa de Pedro Argüelles, dijo vía telefónica desde su casa en Ciego de Ávila, antes de la excarcelación de su marido, que el cardenal Jaime Ortega, máxima autoridad católica de la isla, le comunicó por teléfono su inmediata puesta en libertad de su marido, pero sin concretar exactamente cuándo.

Visitará a Fariñas

Argüelles explicó que continuará con su trabajo como coordinador de la Cooperativa Avileña de Periodistas Independientes y entre sus primeros planes figura visitar al opositor Guillermo Fariñas en la ciudad de Santa Clara.

Con su salida de la cárcel, aún quedan en prisión cuatro miembros del Grupo de los 75: Óscar Elías Biscet, José Daniel Ferrer, Librado Ricardo Linares y Félix Navarro.

También el viernes el Arzobispado de La Habana anunció la liberación y viaje a España de otros siete presos, pero que no pertenecen al Grupo de los 75.

El Gobierno de Cuba se comprometió en el mes de julio del año pasado a liberar a todos los presos de ese colectivo que permanecían en prisión (52 en aquel momento) tras un inédito diálogo con la Iglesia católica cubana que recibió el apoyo del Gobierno socialista de España.

Cuarenta de esos disidentes han ido saliendo en libertad en sucesivas excarcelaciones tras aceptar irse a España y las excarcelaciones que más se han demorado son las de prisioneros que no aceptan ese exilio.

Durante este proceso, las autoridades cubanas ampliaron las liberaciones con traslado a España a otro tipo de presos condenados por delitos contra la seguridad del Estado, pero que no están considerados como prisioneros de conciencia por Amnistía Internacional ni la oposición interna reconoce a muchos de ellos como disidentes activos.

En total, 85 presos cubanos han aceptado la condición de exiliarse en España para salir de la cárcel, según recordó la Iglesia católica en un comunicado.