El presidente de EE.UU., Barack Obama, telefoneó hoy al rey Abdalá de Arabia Saudí y al rey de Baréin, Hamad bin Isa al Jalifa, para expresar su "profunda preocupación" por la violencia en el emirato, informó la Casa Blanca.

En su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney indicó que en sus respectivas llamadas telefónicas, Obama aseguró que una solución política es la mejor vía para "lograr una resolución estable y justa" en Baréin.

La violencia, aseguró Obama, no solucionará los problemas de Baréin o de cualquier otro país en la región.

Todas las partes implicadas, según el presidente estadounidense, deben mostrar la "máxima contención".

Los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad en Baréin se recrudecieron hoy y se registraron al menos cinco muertos y decenas de heridos, en una jornada en la que se declaró un toque de queda parcial de doce horas.

La oposición de Baréin, un país con mayoría chií gobernado por una minoría suní, exige la instauración de una monarquía parlamentaria, con una nueva Constitución que permita al pueblo elegir un gobierno y un Parlamento independiente.