El Consejo de Seguridad de la ONU se mantuvo ayer dividido respecto a la petición de la Liga Árabe de establecer una zona de exclusión aérea en Libia que impida que sean bombardeados los rebeldes opuestos al régimen de Muamar el Gadafi.

Ante la falta de acuerdo, los 15 miembros del máxi-mo órgano de seguridad decidieron proseguir hoy a las 11.00 hora local (15.00 GMT) las negociaciones del proyecto de resolución que ayer presentó Líbano, en colaboración con Francia y Reino Unido.

El documento autoriza la creación de la zona de exclusión aérea y refuerza las sanciones impuestas a Libia el mes pasado, que incluyen un embargo de armas y sanciones económicas a sus máximos dirigentes.

"Seguimos progresando, hoy (ayer) presentamos un texto y se nos hicieron preguntas legítimas. Todos los países se mostraron dispuestos a ayudar, así que mañana empezaremos la negociación del texto", dijo el embajador de Francia ante la ONU, Gerard Araud, a la salida de la reunión del Consejo de Seguridad.

El diplomático señaló que el proyecto de resolución sobre el que se trabajó ayer respondió a algunas de las dudas planteadas por ciertas delegaciones reacias a la medida, aunque admitió que "no todas han tenido respuesta".

"Obviamente tendremos un debate, párrafo por pá-rrafo, como es tradicional en una negociación. Todos los miembros están dispuestos a negociar y ninguno trató de bloquear", agregó.

El embajador de Rusia, Vitaly Churkin, declinó responder si se habían aclarado las dudas que tenía el lunes sobre quién y cómo se implementaría la zona de exclusión. "Lo vamos a estudiar", se limitó a decir el representante de Moscú a la salida de la reunión.

Por su parte, el embajador de Alemania, Peter Wittig, explicó que en la reunión de ayer también formuló preguntas a los proponentes de la resolución que "creemos que no se nos respondieron por completo".

"Son dudas acerca de la participación árabe, sobre si la implementación de esta zona no iría en contra de la opinión de la Liga Árabe de que no haya intervenciones extranjeras o sobre la eficacia de la medida", indicó el diplomático alemán, que expresó su satisfacción por el hecho de que el proyecto de resolución incluya el refuerzo de las sanciones a Gadafi que Alemania pedía desde hacía días.

Sobre el terreno, las tropas de Gadafi consiguieron ayer cercar la ciudad de Ajdabiya, a 160 kilómetros de Bengasi, un enclave estratégico para poder aislar la zona controlada por los rebeldes de su conexión con el exterior y sitiar su principal bastión en la segunda urbe del país.

El bombardeo de los aviones de Gadafi permitió que las fuerzas terrestres se aproximasen a la ciudad y la sometiesen a un intenso fuego de artillería pesada, según la cadena qatarí Al Yazira.

Las tropas del régimen de Trípoli lograron acceder a algunos barrios periféricos de la ciudad y controlan ya su zona oriental y occidental, mientras que los rebeldes se han replegado hacia el centro urbano, según un corresponsal de la cadena qatarí.

En medio de informaciones contradictorias sobre la suerte de la ciudad, Fathi Terbel, miembro del CNT, órgano dirigente de los rebeldes, aseguró que permanece aún bajo su control.