Los países de la OTAN acordaron hoy "acelerar la planificación" para una posible acción en Libia, aunque no discutieron si finalmente la Alianza intervendrá o no en el país africano.

Según fuentes aliadas, todos los miembros de la organización -incluso los más reticentes a una acción como Alemania y Turquía- convinieron completar los planes militares "lo antes posible" y continuar las discusiones a lo largo del fin de semana.

Las opciones de intervención que barajan los aliados se centran en apoyar la asistencia humanitaria a la población, garantizar la aplicación del embargo de armas que pesa sobre Libia y contribuir al establecimiento de una zona de exclusión aérea.

Por ahora se descarta, por tanto, una participación de la Alianza en los ataques aéreos que se anuncian a corto plazo desde Francia y Reino Unido.

"No hay ningún plan de ataques selectivos", aseguró hoy a los periodistas el embajador checo ante la OTAN, Martin Povejsil.

Para que tropas de la OTAN puedan intervenir se necesita el consenso de los 28 países miembros, divididos como mostró la abstención alemana en el voto de la resolución por la que el Consejo de Seguridad de la ONU autorizó el uso de la fuerza en Libia.

Por ello, la Alianza sigue centrándose por ahora en los preparativos que ya tenía en curso, mientras París, con el apoyo de Londres y Washington, habla de ataques aéreos sobre Libia en un plazo de "horas".

Dentro de los preparativos aliados, los más avanzados, "prácticamente terminados" según fuentes de la OTAN, son los de una intervención humanitaria, en la que se podría facilitar la llegada de ayuda a la población.

Mientras, los planes para un bloqueo naval que garantice el embargo de armas sobre Libia y la aplicación de una zona de exclusión aérea para frenar los bombardeos de Gadafi aún están en preparación.

Autoridades militares y diplomáticas de la OTAN mantendrán más encuentros a lo largo de hoy y del fin de semana para seguir avanzando en sus preparativos, según confirmaron fuentes de la organización.