El presidente de Yemen, Ali Abdalá Saleh, impuso hoy el estado de emergencia en todo el país, coincidiendo con una matanza en los alrededores de la Universidad de Saná que causó al menos 25 muertos y más de cien heridos.

En una rueda de prensa, Saleh lamentó la muerte de estos manifestantes de la oposición, que calificó como "mártires de la democracia", y negó que fuerzas policiales hayan estado involucradas en el tiroteo.

Según comprobó Efe, los disparos fueron hechos por personas vestidas de civil desde los tejados próximos a la entrada de la universidad, que viene siendo escenario de continuas protestas públicas desde el mes pasado en las que se pide el final del régimen de Saleh.

El tiroteo comenzó cuando los manifestantes de la oposición intentaron demoler un muro que había sido levantado por residentes de viviendas cercanas a la universidad de Saná.

Ese muro pretendía impedir la instalación de más tiendas de campaña en un lugar próximo a la universidad, bautizado como la Plaza del Cambio y donde centenares de personas mantienen una vigilia política permanente pidiendo el final del régimen.

En la rueda de prensa que ofreció en el palacio presidencial, Saleh, jefe del Estado yemení desde la unificación entre el norte y el sur de 1990, calificó de "lamentable" la muerte de esos manifestantes.

Anunció también que las familias de los fallecidos serán compensadas económicamente por el Estado.

La matanza de hoy, que además de 25 muertos causó 160 heridos, según fuentes médicas, se produjo en medio de las protestas políticas que estallaron en Yemen el pasado 27 de enero, al calor de las rebeliones de Túnez y Egipto, y que se intensificaron a mediados de febrero pasado.

Los incidentes de hoy, sin embargo, son los más graves que se registran desde que estalló esta ola de protestas.

Los grupos de la oposición yemení están pidiendo el final del régimen de Saleh y rechazan participar en un diálogo nacional propuesto por el gobernante.