El ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, instó al Gobierno yemení, la oposición y los manifestantes a entablar "con urgencia" un proceso que responda a las "demandas legítimas de los ciudadanos", tras los ataques de hoy en Saná contra personas que participaban en una protesta.

En un comunicado emitido por el Foreign Office en Londres, Hague condenó "absolutamente" la violencia llevada a cabo contra manifestantes de la oposición en los alrededores de la universidad de Saná, que se saldó con decenas de muertos y centenares de heridos.

En un intento por evitar incidentes como éste, el presidente yemení, Ali Abdalá Saleh, declaró el estado de emergencia en todo el país durante 30 días.

Según Hague, la posibilidad de que los responsables de los ataques pudieran estar "respaldados o apoyados" por las autoridades de Yemen sería "completamente inaceptable".

"El Gobierno de Yemen debe hacer prevalecer su responsabilidad para proteger a los manifestantes, tal y como se ha comprometido el presidente Saleh, y llevar ante la justicia a aquellos que están detrás de estos terribles acontecimientos", manifestó.

El jefe de la diplomacia británica recordó que la violencia tan sólo "socava las oportunidades de diálogo entre los partidos de Yemen" e instó al Gobierno de ese país, la oposición política y los manifestantes a "embarcarse con urgencia en un proceso que genere confianza y responda a las demandas legítimas de los ciudadanos".

"La declaración de un estado de emergencia no exime al Gobierno de Yemen de sus obligaciones de hacer prevalecer la ley y los compromisos internacionales en materia de derechos humanos", recordó.