Cuando parecía que las fuerzas leales al líder libio, Muamar el Gadafi, iban a volver a hacerse con el control de la ciudad de Brega, los rebeldes consiguieron ayer una leve ventaja y les hicieron retroceder 40 kilómetros al oeste.

Frente a los tanques, misiles Grad y obuses de los "gadafistas", los milicianos sublevados presentaron batalla con fusiles "kalashnikov", cohetes "katiusha", baterías antiaéreas y mucho entusiasmo.

Desde Bengasi, capital de los revolucionarios, el portavoz de los insurgentes Mohamed Mergirby dijo que "las fuerzas de Gadafi están a 40 kilómetros al oeste de Brega, que está bajo control de los rebeldes".

A juicio de Mergirby, esta leve ventaja se ha conseguido gracias a un cambio de estrategia militar entre el miércoles y ayer, ya que ahora hay miembros del Ejército combatiendo en primera línea, mientras que en segunda línea están las milicias de voluntarios.

Ayer partidarios y detractores del régimen de Gadafi se enfrentaban en Brega, adonde se trasladó el miércoles el frente de batalla después de que las fuerzas gubernamentales ganaran terreno a los rebeldes con bombardeos de artillería.

Aunque el miércoles se anunció desde Bengasi que se había efectuado un repliegue táctico a Ajdabiya, 160 kilómetros al suroeste de la capital revolucionaria, ayer la localidad aparecía desierta, ya que la mayoría de sus habitantes había huido y todas las fuerzas rebeldes se habían movilizado hacia Brega.