El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, anunció hoy medidas legales contra los accionistas del Banco de Kabul implicados en el escándalo financiero que dejó el año pasado a la entidad, la principal privada del país, al borde de la quiebra.

"Esos accionistas no tendrán acciones en el banco, y los créditos que tomaron deberán ser pagados en un mes. Si los pagan en un plazo de un mes, estupendo, si no, el Gobierno afgano emprenderá medidas legales", dijo Karzai en rueda de prensa en la oficina presidencial.

Según el presidente afgano, que culpó de la crisis a "consejeros" que dieron "informes y consejos equivocados", los accionistas culpables del fraude han sido expulsados del Banco, y la administración se ha hecho cargo de sus porcentajes.

La crisis del Banco de Kabul se hizo insostenible en septiembre de 2010, cuando cientos de clientes acudieron a la vez a retirar sus fondos de la entidad, tras saberse que dos de sus directores ejecutivos habían dimitido por corrupción y malversación de fondos.

De acuerdo con datos citados por la agencia estadounidense de ayuda al desarrollo (USAID), los implicados usaron créditos fraudulentos para desviar unos 850 millones de dólares para sí mismos, y construir propiedades en otros países.

"Pediría a los gobiernos de Estados Unidos y Europa que envíen de vuelta todo el dinero que ha salido del país sin excusas, y que identifiquen a los responsables", afirmó el presidente afgano.

Fundado en 2004, el Banco de Kabul, ahora bajo control del Banco central afgano, es la mayor entidad financiera del país, y era utilizado por las autoridades para pagar a los miembros de las fuerzas de seguridad.

La crisis llevó al Gobierno a anunciar el pasado mes de octubre la apertura de una auditoría para analizar la situación de la banca privada.

Karzai también se refirió hoy al propósito de Estados Unidos de construir una relación estratégica con Afganistán, y afirmó que su país ha puesto condiciones al respecto, con la prioridad de "lograr la paz y la estabilidad".