La jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, mostró hoy su satisfacción por la detención del presidente saliente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, y lo consideró un "paso crítico" para lograr una salida a la crisis que vive ese país.

Ashton afirmó en un comunicado que la detención de Gbagbo por parte de las Fuerzas Republicanas marfileñas marca "un paso crítico en la resolución de cerca de nueve meses de crisis postelectoral".

"Lamento el alto precio que el pueblo marfileño ha tenido que pagar para garantizar el respeto de su voluntad democrática, como expresaron los comicios democráticos de noviembre de 2010", destacó.

Para la alta representante europea, es "esencial" el rápido restablecimiento de la ley y el orden y que todas las partes muestren contención.

"Las cuestiones pendientes deben resolverse mediante los debidos procesos legales. Todos los que hayan cometido abusos de los derechos humanos deben rendir cuentas de sus actos", indicó Ashton.

Asimismo, mostró su buena acogida a la acción emprendida por la misión pacificadora de las Naciones Unidas en Costa de Marfil (ONUCI), con la asistencia de fuerzas francesas "para proteger a la población civil" del país.

"Solicito que sigan prestando su apoyo en los momentos inmediatos después de la crisis y que ayuden al Gobierno a restablecer la seguridad", apuntó.

Ashton también elogió la "posición unificada" adoptada por organizaciones del continente como la Unión Africana, la Comunidad Económica de Países de África Occidental y la Unión Monetaria de África Occidental "frente a los desafíos del proceso democrático en Costa de Marfil".

La alta representante de la UE reiteró su apoyo al presidente electo, Alassane Ouattara, así como a su gobierno y al pueblo marfileño, "en su tarea de reconciliación, recuperación y desarrollo".

En ese sentido, confirmó que la UE ya ha levantado algunas de las sanciones que había impuesto a entidades económicas clave en el país.

Garantizó el "total compromiso" de la Unión para promover acciones que ayuden a devolver la paz, en tanto que a largo plazo brindó el apoyo europeo para "promover la prosperidad, a fin de asegurar la estabilidad y ayudar a la reconstrucción".

Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, deploró que la transferencia del poder en Costa de Marfil a Ouattara sólo se haya logrado mediante el pago de vidas humanas y una grave crisis humanitaria.

Mostró su confianza en que Ouattara "traiga la paz y la justicia" al país y en que los responsables de violaciones de los derechos humanos sean llevados ante la justicia.

Costa de Marfil vive una profunda crisis política desde las elecciones del pasado 28 de noviembre, cuando Gbagbo no admitió su derrota frente a Ouattara, reconocido internacionalmente como vencedor de los comicios, una situación que desembocó este lunes en la detención del presidente saliente y de su esposa.