Numerosos organismos internacionales y paises de todo el mundo expresaron ayer su repulsa ante la violenta represión del régimen sirio contra los ciudadanos durante las últimas manifestaciones celebradas en todo el país en demanda de la implantación de medidas democráticas. En este sentido, se han manifestado desde los Gobiernos de EEUU, Turquía, Alemania, Francia, Suiza y España.

Paralelamente, los grupos del Partido Popular y los liberales en la Eurocámara instaron ayer a la Unión Europea (UE) a establecer sanciones contra el Ejecutivo liderado por Bachar Al Asad. El eurodiputado "popular" Michael Gahler, coordinador de su grupo en la subcomisión parlamentaria de Seguridad y Defensa, pidió que la UE imponga sanciones y retire a sus embajadores de ese país, después de que las Fuerzas Armadas sirias hayan disparado a matar contra manifestantes. "La brutal acción del régimen, el asesinato de manifestantes y el uso de tanques contra los manifestantes son crímenes que requieren un claro mensaje de la UE", destacó el parlamentario en un comunicado.

En su opinión, la alta representante de la UE, Catherine Ashton, y los ministros de Exteriores de la Unión, deberían "retirar inmediatamente a sus embajadores de Siria". Asimismo, consideró "necesario" aprobar sanciones contra las personas responsables de los actos de represión. Por su parte, el líder de los liberales en el Parlamento Europeo, Guy Verhofstadt, abogó por que los países europeos miembros del Consejo de Seguridad de la ONU establezcan una solución por la cual la comunidad internacional condene "severamente" los asesinatos, congele los bienes de Asad y su entorno e inicie las investigaciones para llevarlo ante la justicia internacional y con el fin de que deje de ser considerado como representante del pueblo sirio.

En su opinión, si el Consejo de Seguridad de la ONU no logra un consenso sobre ese asunto, "la Unión Europea debería seguir adelante con estas acciones de cualquier modo".

Entre tanto, el Gobierno francés pidió la aplicación de "medidas fuertes" por parte de las Naciones Unidas y de la Unión Europea y la ministra de Asuntos Exteriores española, Trinidad Jiménez, resaltó que "todas las iniciativas políticas y diplomáticas que tengamos a nuestra disposición las vamos a poner en marcha". Aún así, España "no ve necesario" por el momento evacuar al millar de compatriotas residentes en Siria.

Por otro lado, seis ONG sirias denunciaron ayer que las autoridades continúan usando la violencia para reprimir las protestas y llevando a cabo detenciones arbitrarias en distintos puntos del país. En cuanto al recuento de muertos desde que comenzaron las revueltas, la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, calculó que se trata de 107, mientras que según las estimaciones de Amnistía Internacional la cifra asciende hasta los 393.