La Interpol calificó hoy de "inaceptable" la fuga de casi 480 presos de una cárcel de la ciudad afgana de Kandahar y dijo que el suceso representa un riesgo para la seguridad global.

El secretario general del organismo policial con sede en Lyon (este de Francia), Ronald K. Noble, afirmó que "con los cientos de miles de millones que se gastan cada año en Afganistán", lo que ha ocurrido en ese país es un "vacío inaceptable de la seguridad global".

En concreto, Noble se refirió a que no se ha sido capaz de entrenar y equipar a las autoridades afganas para obtener, guardar y compartir información "básica" como fotografías, huellas digitales y ADN de los presos.

El suceso al que se refirió el responsable de Interpol sucedió el lunes pasado, cuando casi medio millar de presos se fugaron a través de un túnel de la cárcel de esa ciudad afgana.

Desde entonces se ha lanzado una operación para capturarles y de momento se ha conseguido detener a unos 65.

Noble declaró al respecto que "resulta simplemente chocante que tres años después de la mayor fuga de una prisión de Afganistán, incluidos terroristas convictos, no haya datos que compartir con los responsables regionales y globales de aplicación de la ley ante la eventualidad" de que sucediera otra vez.

El responsable de Interpol reveló que después de conocerse el suceso, el cuartel general de la organización alertó a los países vecinos, pero admitió que, sin datos de identidad de los fugados, esos esfuerzos resultan seriamente obstaculizados.

Noble recordó que en 2007 los ministros de Justicia e Interior del G8 dijeron que un país que incumpliera su compromiso de adoptar las medidas necesarias para evitar la fuga de presos peligrosos sería criticado de malas prácticas y que, en alusión a este caso, "no hay razón para (pensar) que deba ser diferente en el plano internacional".

A pesar de la reacción de Interpol, la oficina del gobernador de la región de Kandahar afirmó tras dar a conocer la captura de algunos de los fugados que esta fue posible por la existencia de datos biométricos de los presos.

Los cientos de insurgentes escaparon del penal Kandahar a través de un túnel de unos 320 metros excavado durante cinco meses por los talibanes desde el exterior.

Los talibanes dijeron en un primer momento haber sacado de la cárcel durante la madrugada a 541 de sus combatientes, aunque el Gobierno de Kandahar, una de las regiones más conflictivas del país, cifró el número de fugados en 475.

Esta es la segunda vez que se produce un escape masivo en esa cárcel. En el año 2008, huyeron alrededor de 900 presos -de ellos 400 talibanes-, después de que los insurgentes destrozaran las puertas mediante la explosión de una bomba ubicada en un camión.