Latinoamérica quiere más poder en el FMI tras la salida de Dominique Strauss-Kahn de la jefatura del organismo y ayer, por primera vez, un Gobierno de la región, el de Chile, confirmó que estudia la posibilidad de presentar a un candidato.

La opositora Democracia Cristiana planteó ayer formalmente al Gobierno chileno que postule al excanciller Alejandro Foxley al puesto de director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), una propuesta que va a ser estudiada con "muy buena disposición", según el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.

Aunque son muchas las voces que defienden que la dirección del FMI no debería seguir necesariamente en manos europeas, hasta ahora el único candidato formal de un país emergente es Grigori Márchenko, gobernador del Banco Nacional de Kazajistán.

Marchenko, que cuenta con el respaldo de Rusia y los otros diez miembros de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), es consciente de que los países emergentes solo podrán derrotar a la hegemonía europea en el FMI con un candidato único.

"Si los grandes países en desarrollo pueden presentar un único candidato -y no obligatoriamente debo serlo yo-, entonces esa persona tendrá muchas oportunidades de ganar", señaló ayer Márchenko en declaraciones reproducidas por las agencias de noticias rusas.

Los países europeos sí tienen muy claro que deben aunar fuerzas y presentar un candidato de consenso, y, hoy por hoy, la persona con más apoyo es la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde.

Tradicionalmente, el director gerente del Fondo Monetario Internacional es europeo en virtud de un pacto de caballeros entre Europa y Estados Unidos que deja en manos estadounidenses la elección del responsable del Banco Mundial.

Pero para muchos ha llegado la hora de cambiar estas tradiciones en los organismos creados tras la II Guerra Mundial (1939-1945).

Incluso, el Gobierno de Estados Unidos señaló ayer que está en consultas no solo con las economías avanzadas sino con las de "mercados emergentes" para encontrar un candidato que tenga "gran experiencia y capacidad de liderazgo" y sea capaz de encontrar un amplio respaldo entre los 187 países integrantes del FMI.

"Es importante que este sea un proceso abierto y que avance rápidamente en la selección de un nuevo liderazgo para el FMI", subrayó ayer el titular del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner.

La sucesión de Dominique Strauss-Kahn, que dimitió esta semana debido a los cargos que afronta a raíz de haber sido denunciado por abusos sexuales e intento de violación por la empleada de un hotel neoyorquino, fue tratada ayer por primera vez por el Consejo Ejecutivo del FMI.

Para el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el mexicano Ángel Gurría, "es el momento de cambiar lo que es una tradición" en el FMI para que "no necesariamente" ocupe el puesto un europeo.

Gurría eludió responder a la pregunta de si le interesa el puesto al frente del FMI, porque, según dijo, ahora está plenamente ocupado con la organización de una conferencia ministerial de la OCDE.

Ahora bien, indicó que si se lo vuelven a preguntar después de la reunión "y el puesto sigue libre", está dispuesto a hablar.

Tampoco quiso pronunciarse acerca de la posibilidad de ser candidato Agustín Carstens, el gobernador del Banco Central mexicano y ex subdirector gerente del FMI, del que el ministro de Hacienda de su país, Ernesto Cordero, dijo este jueves a título personal que "no hay mejor candidato".

Cordero subrayó también que se deben "atender" las resoluciones del G20 que apuntan a la necesidad de "hacer más transparentes los procesos de selección de las cabezas tanto del Fondo Monetario como de los organismos multinacionales".