Un juez estadounidense ordenó ayer que el exdirector gerente del FMI Dominique Strauss-Kahn salga de la prisión de Rikers Island y sea trasladado temporalmente a una residencia vigilada, ya que no pudo cumplir todas las condiciones de su libertad bajo fianza.

Los abogados de Strauss-Kahn entregaron a la Justicia de EEUU la fianza en efectivo de un millón de dólares y el bono garantizado por otros 5 millones para quedar en arresto domiciliario, además de entregar su pasaporte y otros documentos de viaje, pero todavía no dispone de una vivienda en Nueva York en la que cumplir las estrictas condiciones que le impuso el juez Michael Obus.

DSK, como es llamado por la prensa, fue acusado formalmente el jueves de siete delitos de abuso sexual e intento de violación de una inmigrante africana de 32 años, en un incidente ocurrido el pasado sábado, y por el que tendrá que presentarse ante una nueva vista judicial el próximo 6 de junio.

Esas acusaciones, que él negó cuando presentó su dimisión del FMI en una carta, conllevan penas de 3 a 25 años, según su importancia, y según fuentes jurídicas de ser encontrado culpable en el juicio que comenzará en junio podría pasar hasta 74 años en una prisión.

La familia del ex ministro francés de Economía no ha logrado aún alquilar una vivienda en la que cumplir el arresto domiciliario decretado por el juez, ya que los propietarios de la que inicialmente alquiló su esposa, Anne Sinclair, rechazaron el contrato cuando supieron quien sería su nuevo inquilino.

Esa situación llevó al juez neoyorquino a determinar que el político y economista socialista francés, de 62 años, sea trasladado desde la conocida prisión neoyorquina de Rikers Island hasta una residencia temporal vigilada en el sur de Manhattan, que podría estar cerca de la "zona cero", y en el que quedará recluido hasta que su familia tenga una vivienda.

Según el acta de la acusación, Strauss-Kahn únicamente "podrá salir para sus comparecencias en corte, citas médicas o actos religiosos semanales", pero esas salidas le están prohibidas entre las diez de la noche y las seis de la mañana, y tendrán que ser advertidas antes a las autoridades.