La Fiscalía de Roma ha decidido investigar al primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, por un supuesto "abuso de autoridad" con las entrevistas emitidas el pasado 20 de mayo por varios telediarios italianos.

Junto a él, han sido inscritos en la lista de investigados el director del espacio informativo "TG1", Augusto Minzolini, y el director provisional del "TG2", Mario De Scalzi, de las cadenas públicas de televisión Rai1 y Rai2, informaron hoy los medios de comunicación italianos.

Los hechos se refieren a las cinco entrevistas concedidas por Berlusconi a varios espacios informativos de cadenas públicas y privadas de su propiedad durante la tarde del 20 de mayo, en plena campaña electoral ante la segunda vuelta de los comicios municipales y provinciales que se cerraron hoy en Italia.

Esas entrevistas fueron denunciadas por Emma Bonino y Marco Cappato, representantes del partido Radicales Italianos, al considerar que se trataba de "anuncios electorales absolutamente prohibidos en los informativos", tanto por los temas tratados como por su escenografía.

Berlusconi fue entrevistado en calidad de líder de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), por los programas "Tg1", "Tg2", "Tg5", "Tg4" y "Studio Aperto".

Cada espacio realizó su propia entrevista al mandatario, que aparecía en su despacho sentado tras una mesa, con el símbolo de su partido visible.

Según precisaron los medios locales, la inscripción de Berlusconi, Minzolini y De Scalzi en la lista de investigados es consecuencia de la apertura de la investigación a raíz de la denuncia.

En ella se solicitó, además, la confiscación de los archivos originales de los telediarios, las hojas de servicio de los periodistas que realizaron las entrevistas y los apuntes y documentos de las reuniones de redacción, lo que la Fiscalía romana ha desestimado.

La denuncia fue presentada en Milán, donde la Fiscalía de la capital lombarda deberá ahora examinar posibles hipótesis de delito contra los directores de los espacios "Tg4", "Tg5" y "Studio Aperto", pertenecientes a varias cadenas privadas del grupo Mediaset, propiedad de Berlusconi.

Los medios italianos precisaron que el sumario abierto por la Fiscalía de Roma no será trasladado al Tribunal de Ministros ya que Berlusconi es investigado como líder de su partido y no como primer ministro.

Sobre estas entrevistas, que fueron duramente criticadas por la oposición, se pronunció la Autoridad italiana para la Garantía de las Comunicaciones (AGCOM) imponiendo multas de 258.230 euros al "Tg1" y "Tg4" y de 100.000 euros a cada uno de los otros tres espacios por "violar la normativa electoral".