Un juzgado de Copenhague condenó hoy a doce años de cárcel al chechén Lors Doukaev por intentar enviar una carta-bomba al diario danés "Jyllands-Posten" como castigo por publicar en 2005 doce caricaturas de Mahoma.

Doukaev, residente en Bélgica, fue detenido en septiembre del año pasado en Copenhague tras haberle explotado en el baño de un hotel de la capital danesa una bomba casera, que supuestamente iba a enviar a la sede de "Jyllands-Posten" en Viby (oeste de Dinamarca).

El tribunal no consideró creíbles las explicaciones de Doukaev de que había llegado a Copenhague como turista, que había encontrado el explosivo triperóxido de triacetona (TATP) en una calle en Lieja, que armó la bomba para protegerse de otros chechenes y que cuando la explotó estaba desmontándola porque ya no se sentía amenazado.

La sentencia destacó que las evidencias técnicas prueban que la bomba estaba empaquetada en dos sobres y lista para ser enviada, además de que Doukaev tenía consigo un mapa con la dirección del diario y material para escribir.

Se encontró además información sobre cómo montar cartas-bombas y propaganda de movimientos fundamentalistas islámicos en un disco duro del condenado, que viajaba con identidad falsa y le había sacado el número de serie a un pistola que llevaba escondida dentro de su pierna ortopédica, señaló la sentencia.

Que viajara con identidad falsa fue lo que provocó que el incidente estuviera rodeado por la incertidumbre durante los días posteriores a su detención, hasta que a través de un diario se logró averiguar la identidad del detenido, un boxeador criado en Bélgica, adonde llegó de niño como refugiado de la guerra en Chechenia.

Doukaev fue condenado además a la expulsión permanente de Dinamarca una vez que cumpla su condena.

Desde que el "Jyllands-Posten" publicó en septiembre de 2005 las caricaturas, que provocaron meses después una crisis internacional, el diario ha sido objeto de varias tentativas de atentado, todas fracasadas, al igual que el dibujante Kurt Westergaard, autor de la célebre viñeta del profeta Mahoma con un turbante-bomba.

La sede principal del diario fue reforzada en agosto del año pasado con una valla electrificada, cámaras de vigilancia y topes para impedir el acceso a la zona de vehículos, conforme a las recomendaciones de los servicios de inteligencia daneses.