Después de la extradición del presunto criminal de guerra Ratko Mladic, Serbia empieza a olvidarse poco a poco del hombre que la ha tenido como rehén durante casi 16 años, para centrarse en los problemas cotidianos y cumplir las condiciones pendientes para acercarse a la Unión Europea (UE).

Mladic fue capturado el pasado jueves en una aldea del norte de Serbia y entregado ayer al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), en La Haya, donde será juzgado por graves crímenes contra la humanidad.

La captura y entrega de este excomandante militar serbobosnio ha eliminado un gran obstáculo en la vía europea de Serbia, ya que era uno de los más importantes requisitos de la UE.

No obstante, el país, que expresa su ambición de obtener este año el estatus de candidato a la adhesión al club comunitario y la fecha del inicio de las negociaciones para su ingreso en la mismo, tendrá que cumplir todavía muchas otras exigencias y aplicar importantes reformas.

Entre otros, aún deberá capturar al exlíder serbio de Croacia Goran Hadzic, el único acusado por el TPIY todavía en libertad.

"Hemos puesto fin a un gran trabajo, pero un nombre aún figura en la lista. La Haya no desistirá hasta que no complete la historia de la cooperación de Serbia con el TPIY", admitió hoy en declaraciones a la prensa Vladimir Vukcevic, fiscal serbio de crímenes de guerra y jefe de un equipo especial encargado de la búsqueda de los prófugos acusados.

Además, la UE evaluará el diálogo de Belgrado con Kosovo y la cooperación en la región, que aún sufre de las huellas de las guerras pasadas, como piedra angular en el proceso hacia la UE.

Los ciudadanos, por otro lado, parecen más preocupados por sus problemas económicos que afrontan día a día, pues el sueldo medio es de apenas unos 350 euros y la tasa de desempleo se acerca al 20 %.

"Todo ha durado demasiado. Y en los últimos diez años no hemos avanzado mucho", dijo hoy Mirjana, farmacéutica de 40 años, al comentar la captura de Mladic y la situación en Serbia desde los cambios democráticos del año 2000, cuando cayó el régimen del autoritario líder Slobodan Milosevic.

"A mí sólo me interesa el futuro de mis hijas. Los políticos ya no", indicó.

Otro ciudadano belgradense también expresó su descontento: "Sólo Mladic, Mladic, Mladic. Siempre los mismos temas. ¿Y la economía? ¿Dónde hay trabajo? ¿Cómo llegaré a mi jubilación? ¿Dónde están las reformas que nos prometían?".

Mientras, el ultranacionalista Partido Radican Serbio (SRS), que considera a Mladic un héroe defensor del pueblo y que organizó el pasado domingo en Belgrado una protesta contra su captura, criticó su extradición como "un acto vergonzoso" y anunció que pedirá la destitución del presidente serbio, Boris Tadic.

Las autoridades advierten de que investigarán a fondo quién ha ayudado a Mladic a esconderse durante años, y que proseguirá la búsqueda de Hadzic hasta que sea encontrado y entregado a La Haya.

La familia de Mladic había intentado aplazar su extradición alegando su mal estado de la salud por un derrame cerebral que sufrió en los años pasados y otras enfermedades crónicas.

Hoy, el abogado de Mladic, Milos Saljic, aseguró que le ha llegado una documentación que prueba que el acusado estuvo entre abril y julio de 2009 en un hospital belgradense donde fue operado y sometido a quimioterapia.

"Es una clínica estatal, que se encuentra en Belgrado y es muy importante. Pero no quiero decir cuál", dijo Saljic, quien se negó a revelar cómo recibió esa documentación, que entregó al Tribunal de Belgrado.