Al cierre del escrutinio provisional de las las elecciones legislativas celebradas ayer en Portugal, la oposición conservadora obtiene el 38,6% de los votos y el gobernante Partido Socialista (PS) un 28%. Con más del 99,3% de las circunscripciones escrutadas, a las que debe sumarse aún en las próximas horas, el voto de los emigrantes, el Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha) de Pedro Passos Coelho gana las elecciones y obtiene 102 de los 230 diputados, 21 más que en los anteriores comicios de 2009.

Passos Coelho, presidente del Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha) anunció al filo de la medianoche la formación de un Gobierno de mayoría para sacar al país de la crisis y cumplir sus compromisos financieros. El líder del CDS-PP, el democristiano Paulo Portas, se apresuró a tender la mano al PSD, que ganó las legislativas portuguesas sin mayoría absoluta, para construir una mayoría para los próximos cuatro años.

Pedro Passos Coelho, de 46 años, que saltó por primera vez en estos comicios a la arena electoral, podría además gobernar con mayoría absoluta si se concreta su anunciada alianza con la tercera fuerza del país, el Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP, democratacristiano) con el 10,9 % de votos.

El PSD no obtenía un resultado tan elevado en unas elecciones legislativas desde 1991, cuando ganó con el 50,6% de los sufragios y el actual jefe de Estado, Anibal Cavaco Silva, como aspirante a primer ministro.

La victoria del centro-derecha pone fin a los más de cinco años de cohabitación entre Cavaco y el jefe del Ejecutivo socialista, José Sócrates, que llegó al poder tras ganar con mayoría absoluta las elecciones de 2005.

La crisis económica que sufre Portugal y las estrictas medidas de austeridad que se ha comprometido a adoptar para recibir 78.000 millones de euros de Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han acabado por desalojar del poder a Sócrates, que retuvo el poder en los comicios de 2009 pero sin mayoría absoluta.

El ministro de Economía en funciones, José Antonio Vieira da Silva, compareció ante los medios nada más conocerse los primeros resultados para admitir la victoria del PSD.

El secretario general de este partido, Miguel Relvas, consideró que el deseo de cambio de los portugueses ha sido "inequívoco y claro" en la votación de ayer.

La izquierda marxista, que centró su campaña en atacar al PS y le ha negado cualquier apoyo electoral, sufrió también, como los socialistas, una merma de votos en la votación de hoy.

La coalición entre comunistas y verdes logra el 7,1 por ciento de sufragios (frente al 7,8 en 2009) y el Bloque de Izquierda obtiene sólo el 4,5 % (9,8 en los anteriores comicios).

Los democratacristianos suben poco más de medio punto y el PSD 11 (desde el 29,1 obtenido hace dos años) frente a un descenso de ocho puntos de los socialistas (36,5 en 2009).

Pese a que todos los dirigentes políticos lusos exhortaron ayer a acudir a las urnas ante la grave situación que atraviesa el país, la abstención, según el escrutinio provisional, fue más alta que en los comicios anteriores.

El presidente de la Comisión Europea (CE) y ex primer ministro luso, José Manuel Durao Barroso, afirmó tras votar en Lisboa que éstas eran las elecciones más importantes en Portugal desde la Revolución del 25 de Abril de 1974, que instauró la democracia.

Sócrates dimite

El veredicto de las urnas tuvo también ayer una primera consecuencia en el bando perdedor, y es que el primer ministro en funciones de Portugal, José Sócrates, anunció su dimisión como secretario general del Partido Socialista.

"No me escondo detrás de las circunstancias; esta derrota electoral es mía, y quiero asumirla por entero. Por eso creo que ha llegado el momento de abrir un nuevo ciclo político en el Partido Socialista", subrayó.

Con los ojos enrojecidos y visiblemente emocionado, Sócrates compareció ante la prensa en un céntrico hotel lisboeta y anunció su despedida del poder ante las cámaras de la televisión, decenas de militantes y dirigentes de su partido. El primer ministro, que renuncio en marzo ante el rechazo parlamentario a su cuarto plan de austeridad y tuvo que pedir unas semanas después el rescate financiero de Portugal, felicitó al vencedor de los comicios, el PSD.