La Agencia Internacional de la Energía (AIE) va a poner en el mercado 60 millones de barriles de petróleo de sus reservas estratégicas en los próximos 30 días para paliar la falta del crudo de Libia por los problemas de suministro en el comienzo del verano, un periodo tradicional de mayor consumo.

Esta decisión excepcional adoptada ayer por la AIE se traducirá en la salida al mercado de dos millones de barriles diarios por cada uno de los 28 países miembros de ese organismo durante un periodo de 30 días, al cabo de los cuales su consejo de gobierno evaluará su impacto en el mercado y verá qué decisión adopta a continuación.

Los responsables de la AIE no quisieron dar pistas sobre lo que acontecerá después y en una conferencia de prensa telefónica señalaron que hay que esperar a ver lo que sucede.

La AIE, que en sus 37 años de historia solo ha recurrido a utilizar sus reservas estratégicas en dos ocasiones anteriores -una durante la invasión de Kuwait por Irak en 1991 y otras tras el paso del huracán Katrina por el golfo de México en 2005-, explicó que la de ayer "no es una decisión política" ni para hacer bajar los precios del crudo ni ha estado marcada en ninguna medida por la crisis de Grecia.

La razón esgrimida por la AIE es que el parón en las exportaciones de crudo de Libia, provocado por la guerra civil en ese país desde marzo, empieza a tener un impacto cada vez más pronunciado y el tradicional aumento de la demanda en verano iba a incrementar la tensión por falta de suministro.

Hasta finales de mayo el déficit acumulado de petróleo libio desde que comenzó la guerra en marzo se estimaba en 132 millones de barriles de un petróleo ligero de gran calidad difícil de sustituir, y las perspectivas apuntan a que de aquí a finales de año su producción no se va a poder recuperar.

Además, las aportaciones suplementarias de crudo que han prometido algunos países productores, y en particular Arabia Saudí -dispone de un margen excedentario verdaderamente sustancial- aún tardarán en notarse unos meses.

A ese respecto, la AIE calcula que la producción de Arabia Saudí en junio podría estar en alrededor de 9,5 millones de barriles diarios, pero el problema es que el incremento de la extracción lo va a absorber la demanda interna de ese país, en particular para responder a las necesidades de generación eléctrica en verano.

Al final, esa situación condujo al diagnóstico de que "una mayor tensión en el mercado petrolero amenaza con malograr la frágil recuperación de la economía global".