Han tenido que pasar 27 años para que la Cámara de los Diputados de Italia permita de nuevo, como ya hizo a principios de los 90 en el caso "Tangentopolis", el arresto de uno de sus parlamentarios con problemas judiciales, pero todavía son 84 los que han tenido o tienen causas en los tribunales.

Con 319 votos a favor y 293 en contra, el pasado miércoles 20 de julio la Cámara Baja accedió a la detención del exmagistrado Alfonso Papa, compañero de partido del primer ministro, Silvio Berlusconi, y supuestamente implicado en el caso "P4", un nuevo escándalo que salpica a la clase policial, judicial y política de Italia.

Los fiscales de Nápoles creen que Papa conseguía información secreta de las investigaciones judiciales de varias personas, entre ellas del subsecretario de la Presidencia del Gobierno y mano derecha de Berlusconi, Gianni Letta, para después utilizarla a su conveniencia.

De nada sirvieron las referencias de Papa a su familia durante su comparecencia en la sesión, ni los aplausos del presidente del Consejo tras su discurso ya que, en esta ocasión, los parlamentarios no se apiadaron del exmagistrado, que desde entonces se encuentra recluido en la prisión de Poggioreale, en la isla de Sicilia.

Y eso que la situación de 84 parlamentarios (casi uno de cada diez) es similar a la de Papa, pues 53 diputados y 31 senadores o bien están siendo investigados por la justicia italiana, o se encuentran a la espera de que se celebre una vista oral o, incluso, han sido ya condenados por las autoridades judiciales italianas (34).

Además, a estos 84 parlamentarios habría que sumar otros nueve más, ya que actualmente no se encuentran en esta lista porque sus supuestos delitos han prescrito.

Quien encabeza la lista de los parlamentarios italianos investigados por la Justicia es el propio Berlusconi, que actualmente tiene cuatro procesos abiertos, en los que está acusado de corrupción judicial, abuso de poder e incitación a la prostitución de menores, apropiación indebida y fraude fiscal.

Aparte del primer ministro, otros 48 parlamentarios de su partido Pueblo de la Libertad (28 diputados y 20 senadores) tienen problemas con las autoridades judiciales italianas, lo que supone casi un 60 por ciento del total de los parlamentarios investigados.

El segundo partido político con más miembros pendientes de la Justicia es el opositor Partido Demócrata (11) que, el mismo día en que la Cámara de los Diputados envió a prisión a Papa, vio cómo el Senado rechazaba la petición de arresto contra su senador Alberto Tedesco, acusado de corrupción.

También la Liga Norte, el partido socio de Berlusconi en el Gobierno, cuenta entre sus filas con seis parlamentarios con problemas con la Justicia.

Entre ellos su líder Umberto Bossi, actual ministro para las Reformas del Federalismo, quien fue condenado por vilipendio a la bandera y por financiación ilícita en el caso Enimont en los años noventa.

Especialmente llamativo es el caso de la isla de Sicilia, donde casi uno de cada tres diputados (28 de 90) ha sido condenado por los tribunales italianos o se encuentra a la espera de que se celebre un juicio.

Los delitos más comunes entre estos políticos sicilianos investigados son apropiación indebida de caudales públicos y estafa, además de los relacionados con la asociación mafiosa y el abuso de poder.

A pesar de que son 84 los parlamentarios seguidos por la Justicia italiana, desde que comenzó esta legislatura en mayo de 2008, las cámaras solo han tenido que pronunciarse sobre nueve órdenes de arresto a otros tantos diputados y senadores.

De esos nueve casos, el de Alfonso Papa es el único que ha terminado con el arresto de un parlamentario, algo que no ocurría desde principios de los años 90, cuando estalló el escándalo de las comisiones ilegales conocido como "Tangentopolis".