La nueva primera ministra danesa, la socialdemócrata Helle Thorning-Schmidt, presentó hoy el nuevo Gobierno en minoría en coalición con el Partido Socialista Popular y el centrista Partido Radical Liberal.

El nuevo Gobierno de centroizquierda, que pone fin a una década de la derecha en el poder, tendrá 23 ministros, cinco más que el anterior, de los que once serán para los socialdemócratas y los otros doce se los repartirán a partes iguales sus aliados.

Aparte de la jefatura de Gobierno para Thorning-Schmidt, la primera mujer en acceder a ese cargo en Dinamarca, los socialdemócratas ocuparán también las carteras de Finanzas (Bjarne Corydon), Justicia (Morten Bødskov), Integración (Karen Hækkerup), Asuntos Europeos (Nicolai Wammen), Vivienda (Carsten Hansen), Educación (Christine Antorini) y Defensa (Nick Hækkerup).

La lista de ministros socialdemócratas la completan Mette Frederiksen (Empleo), Henrik Dam Kristensen (Transportes) y Mette Gjerskov (Alimentación, Agricultura y Pesca).

La líder "radical", Margrethe Vestager, será ministra de Economía e Interior, mientras que su compañero Martin Lidegaard ocupará la cartera de Clima y Energía; Christian Friis Bach, la de Cooperación y Desarrollo; Morten Østergaard, Investigación e Innovación; Uffe Elbæk, Cultura; y Manu Sareen, Igualdad y Asuntos Eclesiásticos.

El nuevo ministro de Asuntos Exteriores será el líder socialista, Villy Søvndal, que tendrá a cinco miembros más de su partido en el Gobierno: Ole Sohn (Industria), Astrid Krag (Sanidad), Ida Auken (Medio Ambiente), Pia Olsen Dyhr (Comercio e Inversión) y Thor Möger Pedersen (Impuestos).

Thorning-Schmidt y sus socios de gobierno presentarán esta tarde las líneas generales de su pacto tras dos semanas de negociaciones, en las que los centristas han hecho valer su papel de partido bisagra para conseguir que socialdemócratas y socialistas tengan que renunciar a una parte importante de su política económica.

El Ejecutivo deberá gobernar en minoría con el apoyo puntual de la coalición "rojiverde" Lista Única, cuyo respaldo se antoja problemático por sus diferencias con los otros partidos en asuntos como la reformas de las pensiones y las prejubilaciones y los recortes sociales.