El presidente palestino, Mahmud Abás, instó ayer a Israel a que levante el bloqueo impuesto en junio de 2006 sobre la franja de Gaza tras la liberación de Guilad Shalit, que fue inicialmente el principal motivo argüido por Israel para su imposición. El cerco a la franja "debe ser levantado, y debería haber sido levantado antes", declaró Abás a los periodistas en Ramala. El presidente y líder de Al Fatah señaló que el bloqueo "constituye un castigo colectivo" contra el millón y medio de palestinos que residen en la franja y es "contrario a la legislación internacional".

El pasado año, tras las duras condenas internacionales que siguieron al violento asalto a la Flotilla de la Libertad, en el que murieron nueve activistas turcos, Israel alivió el bloqueo, que impedía la salida y entrada de cientos de productos y personas.

Desde entonces, hay una lista de bienes prohibidos, por ser considerados de posible doble uso, que no pueden entrar, mientras pueden pasar la frontera la mayoría de productos de primera necesidad.

Sin embargo, sigue estando restringida la importación de materiales esenciales para la reconstrucción de los daños sufridos en la operación militar israelí Plomo Fundido, en diciembre de 2008.

Israel publicó ayer los nombres e inició el traslado de los 477 presos palestinos que serán liberados por el acuerdo de entrega a Israel del soldado Guilad Shalit, un indulto masivo que asociaciones de víctimas del terrorismo tratarán de impugnar ante el Tribunal Supremo.

Los prisioneros, dispersos en once penitenciarías israelíes, empezaron ayer a ser concentrados en dos, la de Ktziot Prison, en el sur, en el caso de los 450 varones y la de Sharon, en el centro del país, para las 27 mujeres.

Todos los beneficiarios del canje son lo que Israel denomina "prisioneros de seguridad" y los palestinos consideran "presos políticos".