El presidente de Alemania, Christian Wulff, llegó ayer en visita oficial a Afganistán, donde se reunió con su homólogo, Hamid Karzai, y reafirmó el compromiso alemán con el país centroasiático, según informaron medios locales.

Wulff afirmó tras su encuentro con Karzai que "Alemania no abandonará a Afganistán" y que ambos países seguirán siendo socios y amigos más allá de 2014, cuando se prevé que finalice la retirada de las tropas comandadas por la OTAN.

Wulff, cuya visita no se anunció con antelación por motivos de seguridad, visitará a los miembros del contingente militar alemán, que está desplegado sobre todo en la norteña provincia de Kunduz. Con cerca de 5.000 soldados, Alemania es el tercer país con mayor presencia en Afganistán tras EEUU y Reino Unido, y hasta la fecha 53 militares alemanes han perdido la vida en este país. Según un reciente estudio del Instituto Alemán de Estudios Económicos (DIW), la misión de las tropas alemanas en este país ha costado en diez años 17.000 millones de euros, el triple de lo presupuestado inicialmente por el Gobierno federal.