El Gobierno de Grecia confirmó ayer que no habrá un referéndum sobre el plan de rescate internacional, mientras la formación de un gobierno de unidad nacional cobraba fuerza a medida que se acerca el crucial voto de confianza mañana sobre la permanencia en el poder del primer ministro, Yorgos Papandréu.

Fue el gran rival de Papandréu en el partido socialista Pasok, el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, quien dio por muerto el plebiscito que tanto malestar había causado entre los socios comunitarios e incluso pánico en las bolsas internacionales.

"El Gobierno anuncia de forma oficial que no avanzará hacia un referéndum", anunció el ministro en una intervención ante el grupo parlamentario socialista. Venizelos, que había mantenido diferencias con Papandréu sobre la conveniencia de convocar esta consulta, subrayó que "es positivo enviar un mensaje a los socios de que no se celebrará un referéndum".

En un primer discurso por la tarde, también ante el grupo parlamentario socialista, Papandréu no descartó explícitamente la convocatoria de un referéndum al manifestar que su gobierno será quien que decida "si se celebra o no" la consulta.

Poco antes, la oficina del primer ministro había emitido un comunicando, citando a Papandréu, diciendo que debido al anunciado apoyo de la oposición conservadora ya no era necesario celebrar la controvertida consulta popular.

En un segundo discurso, éste en el pleno del Parlamento, Papandréu hizo un dramático llamamiento a iniciar "lo antes posibles" las conversaciones para formar un gobierno de unidad nacional que incluya a todo el espectro político del país. "No pueden esperar que este gobierno vaya a renunciar o ¿acaso hay otro gobierno esperando?", dijo sobre la necesidad de negociar.

"Estoy dispuesto a negociar con la oposición pero no que me obliguen a dimitir. No puedo permitir que haya un vacío de poder en tiempos tan cruciales", aseveró.

Papandréu respondía así a la exigencia de la oposición conservadora de que se vaya del poder y se forme un Gobierno de transición hasta la celebración de elecciones anticipadas, una vez que se haya votado el acuerdo de rescate que incluye una quita del 50% de su deuda y un nuevo rescate europeo.

Antonis Samarás, líder del principal partido opositor, la "Nueva Democracia", acusó en su discurso ante el pleno de la Cámara al primer ministro de "chantaje" y de "mentiroso".