Aún no se sabe cuánto tiempo estará en el poder, pero Grecia tiene desde hoy un nuevo primer ministro y un anunciado Gobierno de unidad nacional cuya principal misión es negociar y aplicar el plan de rescate financiero del país y, luego, convocar elecciones anticipadas.

Lucas Papademos, exvicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), ha sido designado para dirigir un Gobierno de unidad nacional tras cuatro jornadas de discusiones bizantinas entre el primer ministro saliente, el socialista Yorgos Papandréu, y el jefe de la oposición conservadora, Antonis Samarás.

Los reparos de los conservadores a involucrase en un Ejecutivo que tendrá que tomar decisiones impopulares y el descrédito de Papandréu en sus propias filas han provocado un ir y venir de rumores, candidatos y retrasos, mientras los socios europeos de Grecia advertían de las consecuencias de tanta confusión.

El primer mensaje de Papademos ha sido claro: "El nuevo Gobierno es un Gobierno de transición encargado de aplicar el acuerdo del 26 octubre y las políticas que se derivan de él", en referencia al acuerdo de la eurozona que presta 130.000 millones de euros a Grecia y perdona la mitad de su deuda, a cambio de duras medidas de ahorro.

Papademos declaró que "la permanencia de Grecia en la eurozona es un factor de estabilidad financiara y garantiza mejores perspectivas para el desarrollo del país".

El también exgobernador del Banco de Grecia ha recordado que él no es un político pero que ha aceptado el cargo porque "todos deben contribuir" a sacar a Grecia de la "encrucijada" en la que está su economía.

"El camino será difícil. Pero los problemas se resolverán más fácilmente y con más eficiencia si hay colaboración y cohesión", advirtió.

Papademos declaró que no ha puesto "ninguna condición a los líderes" para la formación del Gobierno, en el que se espera se mantengan algunos ministros del gabinete socialista saliente y no se descarta que se incorporen algunos propuestos por los conservadores de Nueva Democracia.

Este Ejecutivo de coalición estará activo al menos cien días, aunque su fecha de caducidad exacta aún no se conoce.

El nuevo jefe de Gobierno no mencionó ninguna fecha para la celebración de elecciones anticipadas, pero indicó que tendrán lugar según lo acordado hace cuatro días entre los líderes conservador y socialista, que se refirieron al próximo 19 de febrero.

Papademos y su equipo, que se espera se dé a conocer entre hoy y mañana, jurarán sus cargo mañana a las 12.00 horas GMT ante el presidente del país, Carolos Papulias.

Luego, en una fecha aún no fijada, el nuevo Gobierno tendrá que recibir el visto bueno del Parlamento.

Aparte de los dos grandes partidos, la formación de extrema derecha LAOS también ha bendecido el nombramiento de Papademos.

Entre los partidos con presencia parlamentaria, sólo el comunista KKE y la coalición de izquierdas Syriza han rehusado participar en las negociaciones para consensuar un nuevo mandatario.

Los comunistas han llamado incluso a crear un frente popular para hacer frente a lo que denominan "la coalición negra que encabeza Papademos".

Respecto a las reacciones en el exterior, la canciller alemana, Angela Merkel, aseguró el apoyo de su país al nuevo Gobierno para que "Grecia tome rápidamente el buen camino".