El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, espera que los ministros de Finanzas de la eurozona pacten el desembolso del sexto tramo de ayuda del primer rescate griego en la reunión que mantendrán el 29 de noviembre. Para ello, antes el Ejecutivo griego deberá aportar un compromiso escrito de los principales partidos del país de que están dispuestos a apoyar las medidas de austeridad pactadas con sus socios europeos.

Juncker se mostró "optimista" de que las fuerzas políticas helenas alcanzarán un acuerdo para poner por escrito su voluntad de acometer los recortes presupuestarios y medidas de contención del gasto público que le pidió la eurozona a cambio del rescate.

Juncker, quien también es primer ministro de Luxemburgo, recibió ayer a su homólogo griego, Lukás Papadimos, para discutir sobre los problemas de deuda en Grecia y en el resto de la eurozona.

Según el presidente del Eurogrupo, "no estaba previsto que el primer ministro Papadimos tuviera hoy (ayer) la carta", aunque dijo estar "seguro" de que las autoridades griegas la entregarán antes de la próxima reunión del Eurogrupo del 29 de noviembre.

En una rueda de prensa posterior al encuentro, tanto Juncker como Papadimos coincidieron en que es necesario que el Ejecutivo heleno continúe en la senda de la austeridad para poder hacer frente a sus obligaciones financieras en el futuro y sanear así sus cuentas.

El primer ministro griego recordó que su Gobierno, pese a tener un carácter "provisional", cuenta con un "fuerte apoyo de la población". De este modo, Papadimos convocará elecciones cuando haya puesto en marcha todas las políticas necesarias, aunque declinó poner una fecha precisa a los comicios.

Eurobonos

Papadimos se reunió el lunes en Bruselas con los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, así como con el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn.

Juncker y Papadimos también trataron ayer la condonación del 50% de la deuda griega en manos privadas que forma parte del segundo rescate, que ascenderá a 130.000 millones de euros.

Asimismo, ambos dirigentes se refirieron a la publicación hoy de una propuesta de la CE para crear títulos de deuda europeos, más conocidos como eurobonos y llamados por el Ejecutivo comunitarios "bonos de estabilidad".

Según Juncker, hay "argumentos a favor" de unificar la deuda de los países del euro, pero esto no supondrá "una solución a corto plazo" a los problemas que aquejan a la periferia europea, ya que su puesta en marcha sería lenta.

En la misma línea se expresó el jefe del Gobierno griego, para quien "los eurobonos podrían suponer una medida para corregir" los problemas, aunque no estarían disponibles hasta pasado ciertos tiempo, posiblemente varios años.

Juncker evitó posicionarse más concretamente hasta que no se sepan los detalles de la propuesta de la Comisión, pero añadió que es consciente de que en Alemania la idea de los eurobonos "no gusta de manera espontánea".

La canciller alemana, Angela Merkel, ha expresado públicamente y en repetidas ocasiones su total oposición a los eurobonos.