Al menos 24 personas han muerto desde la publicación de los resultados de las elecciones presidenciales en la República Democrática del Congo (RDC) hace unas dos semanas, reveló la organización humanitaria Human Rights Watch (HRW) en un comunicado.

Según la fuente, las 24 víctimas murieron a manos de las fuerzas de seguridad congoleñas, de las que 20 eran seguidores del líder de la oposición, Etienne Tshisekedi.

Entre los fallecidos, todas residentes en Kinshasa, figuran una mujer de 21 años y su sobrina de 8 años, ambas muertas a causa de heridas de bala el día de anuncio de los resultados, el pasado 9 de diciembre, cuando la policía disparó sobre una multitud de seguidores de la oposición que se manifestaban en la capital.

La ONG afirma haber recogido su información sobre el terreno y de activistas de derechos humanos y testigos.

En reacción a la publicación del informe, el ministro congoleño de Justicia, Luzolo Bambi, afirmó que el Gobierno de la RDC ha tomado nota de las revelaciones de HRW y pondrá en marcha en breve una investigación.

Bambi aseguró que de identificarse a los culpables, estos serán sancionados como se merecen, aunque no especificó cuál sería su castigo.

El informe de HRW acusa además a las fuerzas de seguridad, entre ellas a efectivos de la Gendarmería Nacional, de intentar esconder los cuerpos de las víctimas al retirarlos del depósito de cadáveres donde habían sido trasladados.

HRW añade que varios elementos del Ejército, entre ellos la guardia presidencial encargada de la seguridad presidencial, están acusados también de retener ilegalmente en cuarteles de Kinshasa a los ciudadanos arrestados durante las protestas.

Por otra parte, HRW subrayó que el proceso electoral ha quedado desacreditado a causa de los numerosos incidentes que han marcado el desarrollo de las votaciones.

El presidente de la RDC, Joseph Kabila, fue investido presidente el pasado martes tras unas polémicas elecciones, criticadas por Estados Unidos y la Unión Europea, mientras que el opositor Tshisekedi se ha autoproclamado jefe de Estado y ha anunciado que prestará juramento mañana.

Kabila defendió la semana pasada la credibilidad de las elecciones, aunque admitió que hubo "fallos".

Las elecciones del 28 de noviembre fueron los segundos comicios democráticos, tras los de 2006, en este país desde la caída del dictador Mobutu Sese Seko en 1997.

La RDC está inmersa aún en un proceso de paz tras la segunda guerra del Congo (1998-2003) que implicó a varios países africanos, y tiene desplegada la mayoría de las fuerzas internacionales de la ONU, con unos 22.000 militares.