El español Alejandro Cao de Benós, único funcionario extranjero de Corea del Norte, cree que tras la muerte del líder norcoreano, Kim Jong-il, su hijo menor, Kim Jong-un, debe recorrer aún un largo camino hasta consolidar su posición de sucesor.

"Solo el tiempo dirá si Kim Jong-un tiene la capacidad y el apoyo del pueblo para convertirse en el líder del país", afirma en entrevista telefónica desde España Cao de Benós, delegado especial del norcoreano Comité de Relaciones Culturales con el Extranjero.

Fiel defensor del comunismo "juche" ideado por Kim Il-sung, fundador de Corea del Norte, este español es uno de los occidentales que mejor conoce los entresijos de la maquinaria del régimen, y por esta razón su teléfono no para de sonar desde que el lunes la noticia sobre la muerte de Kim Jong-il dio la vuelta al mundo.

Nacido en Tarragona en 1974, Alejandro Cao de Benós tomó contacto de adolescente con el ideario comunista y con su referente actual más ortodoxo, Corea del Norte, cuyo gobierno le fue otorgando confianza hasta acogerlo como uno más y asignarle el puesto que hoy ocupa.

Este catalán de raíces aristócratas cuyo nombre coreano es Cho Son-il ("Corea es una") considera "un deseo del pueblo de Corea" que 63 años después de que Kim Il-sung iniciara la dinastía en 1948 su joven nieto herede el poder y la responsabilidad de guiar a las masas, dice, hacia la felicidad.

"Es como en España, donde el rey es una figura que representa al Estado pero realmente la capacidad de decisión está en otros órganos, como en nuestro caso la Asamblea Popular Suprema", asegura Cao de Benós, que considera "propaganda capitalista" las definiciones de "dictadura" o "sistema totalitario" que a menudo se atribuyen al país.

Su discurso contrasta, sin embargo, con miles de testimonios de desertores, que denuncian que el régimen norcoreano restringe la mayoría de las libertades básicas de los ciudadanos, a los que somete a una constante vigilancia ideológica.

Además, un informe aprobado el pasado mes por la Asamblea General de la ONU acusa a Pyongyang de violar los derechos humanos y practicar la "tortura, ejecuciones públicas y detenciones arbitrarias, entre otras irregularidades".

En cuanto a la economía de Corea del Norte, país que desde la década de 1990 depende de la ayuda humanitaria para alimentar a su población, Cao de Benós se muestra optimista al afirmar que "la crisis internacional no está afectando al ser un sistema cerrado y autosuficiente".

"Entre 1990 y 2000 tuvimos problemas económicos terribles por varios factores, como la desaparición del socialismo (en Rusia), desastres naturales y nuestro escaso territorio cultivable, pero la economía está mejorando mucho", afirma.

Sin embargo, los datos de organizaciones internacionales dan otra perspectiva económica sobre Corea del Norte donde, según el último informe de Unicef en noviembre, uno de cada cinco niños sufre de malnutrición moderada y uno de cada tres padece déficit de crecimiento, que se amplía a uno de cada dos en las zonas rurales.

Convencido de que Corea del Norte lleva 11 años en la senda de la prosperidad, Cao de Benós descarta la posibilidad de que el país aproveche el cambio de liderazgo para alejarse un solo centímetro de la ortodoxia comunista que, asegura, es la base de la felicidad del pueblo coreano.

"No va a pasar como en China o en Vietnam. Nuestro gobierno va a mantener una línea firme socialista basada en la propiedad estatal, que es la propiedad del pueblo", sentencia.

No obstante, hacer negocios con empresas de países capitalistas es el nuevo motor de crecimiento que impulsa a Corea del Norte, según Cao de Benós, que cita proyectos "ya preparados" como el gasoducto de Rusia a Corea del Sur, que pasará por territorio norcoreano, o la fusión de los trenes transiberiano y transcoreano.

"Desde las pantallas Samsung en Corea del Sur hasta productos japoneses Sony se enviarán en tren con la nueva línea y por eso los países de la región van a tener que contar con Corea del Norte", que, asegura, en 2012 se unirá al club de las prósperas economías orientales conocidas como los "dragones asiáticos".