Líderes cristianos y musulmanes de Nigeria llamaron ayer a la calma tras la ola de atentados islamistas contra iglesias el día de Navidad, mientras el Gobierno trata de evitar un choque religioso, envuelto en las críticas por la falta de seguridad.

"Debemos ser muy prudentes para no extender la actual crisis hacia un problema religioso", afirmó ayer en la capital, Abuya, el sacerdote Anthony Afariogun, del Seminario Católico de Todos los Santos, en palabras recogidas por el diario nigeriano Vanguard.

"Si el Gobierno federal no es capaz de controlar la situación, deberá solicitar la intervención internacional", añadió.

Varios líderes cristianos trataron de lanzar un mensaje a la sociedad nigeriana de calma y reconciliación, al tiempo que reclamaron acciones contundentes al Gobierno nigeriano para atajar la crisis.

El Deán de la Agrupación Juvenil Católica Lekki Deanery, Francis Ogunmodede, atribuyó los atentados al malestar social, y reclamó una conferencia nacional en la que estén presentes estos grupos descontentos (los islamistas), informó el Vanguard.

La secta islamista Boko Haram, que lucha por un Estado regido por la ley Sharia en el norte de Nigeria, de mayoría musulmana, se atribuyó el domingo los cinco atentados orquestados contra iglesias, que causaron al menos 40 muertos en la jornada de Navidad.

En declaraciones a Radio Vaticano, el arzobispo de Abuya, John Olorufemi Onayekan, pidió al Gobierno de Nigeria que defienda a los cristianos y aseguró que los atentados islamistas no detendrán el diálogo y la reconciliación con los musulmanes.

Onayekan reconoció, no obstante, que muchos jóvenes católicos están furiosos y expresó su temor de que hechos como estos desaten tensiones y odio recíproco entre cristianos y musulmanes, "y eso sería una tragedia aún mayor", aseguró.

Desde los partidos y agrupaciones musulmanas, fe mayoritaria en el norte del país, también llegaron llamamientos a la calma tras la ola de atentados, que ha desbordado al Gobierno de Goodluck Jonathan, reelegido presidente en abril.

La asociación islámica moderada "Muslim Rights Concern" (MURIC) aseguró ayer a través de un comunicado, difundido por el diario Daily Trust, que los atentados de Navidad fueron "un movimiento calculado de Boko Haram para desatar una guerra religiosa entre musulmanes y católicos".

"Quieren crear la desconfianza mutua, el caos y la ruptura de la ley y el orden", añadió la agrupación.