El arzobispo armenio ortodoxo de Estambul, Aram Atesyan, ha reabierto esta tarde una iglesia de esta ciudad turca que ha estado cerrada desde la I Guerra Mundial.

El acontecimiento atrajo a centenares de fieles de la comunidad armenia de Estambul y contó con la asistencia del ministro de Aduanas y Comercio de Turquía, Hayati Yazici.

El acto tuvo lugar pocos días después de la fuerte polémica que enfrentó al Gobierno turco con la Asamblea Nacional de Francia, al adoptar ésta una ley que obliga a definir como "genocidio" la masacre de armenios en 1915.

Como respuesta, varios altos cargos turcos habían señalado la importancia de buscar un mejor diálogo con los armenios de Turquía que, de hecho, no se habían alineado con la diáspora y se habían distanciado de la polémica ley.

La iglesia de Vortvots Vorodman forma parte del complejo de edificios conocido como Catedral de Meryem Ana, que alberga otros dos templos armenios y un centro cultural, y se halla frente a la sede del Patriarcado Armenio de Estambul, en el distrito de Kumkapi, uno de los barrios armenios de más solera.

Como recordaron los portavoces de la comunidad tras la ceremonia religiosa, celebrada por el arzobispo Atesyan, la iglesia, que data de 1641, fue restaurada en 2010 con ocasión del nombramiento de Estambul como capital cultural europea.

"Llevaba cerrada desde la Primera Guerra Mundial", confirmó Nazaret Davidian, secretario general de la fundación eclesiástica que administra los bienes de la Iglesia, "pero el Estado ha colaborado con un 75% de los gastos de restauración".

Davidian consideró la apertura de la iglesia como un paso positivo, ya que hasta hace muy poco, abrir una nueva Iglesia era bastante difícil en Turquía e incluso la reapertura de la histórica iglesia armenia de Akdamar en la provincia de Van en 2010 arrastró una gran controversia.

El Gobierno permite que en la iglesia de Akdamar, situado en una isla del lago de Van, se celebre una única misa anual, pero mantiene su clasificación como ''museo'', no como templo.

La iglesia de Vortvots Vorodman, en cambio, "nunca ha dejado de pertenecer a la comunidad armenia", aclara Davidian, por lo que su reapertura tras la restauración no tropezó con dificultades.

Los pisos superiores del templo se han convertido en habitaciones para acoger a familias armenias en condiciones de pobreza, añade Davidian.

El barrio de Kumkapi cuenta con una importante comunidad de inmigrantes de Armenia de escasos recursos, que reciben el apoyo del Patriarcado armenio.