Los observadores de la Liga Árabe continuaron ayer su labor en la ciudad de Homs, en el centro de Siria, donde confirmaron que existen casos de violaciones de derechos humanos, aunque no pudieron determinar quiénes los han cometido.

Una fuente de la Liga Árabe que pidió el anonimato destacó que los observadores, que llegaron a Homs (considerada la ciudad más castigada por la represión) comprobaron que ha habido violaciones de derechos humanos. Sin embargo, no se ha podido determinar si tales excesos fueron obra de las autoridades o de grupos terroristas, según comunicaron los expertos a la sede de la organización panárabe en El Cairo.

Además de ver muertos y señales de disparos en viviendas, la delegación visitó a los familiares de las víctimas para investigar las circunstancias de las muertes y se acercaron a barrios como Baba Amro, uno de los más afectados por la violencia.

El jefe de la misión, el general sudanés Mohamed Ahmad Mustafa al Dabi, que abandonó Homs para distribuir al resto de observadores en el país, destacó en el canal sirio Addunia que "notó la existencia de grupos armados en la ciudad".

"Algunos lugares se veían un poco alterados, pero no había nada alarmante", dijo Al Dabi, que declaró que había visto blindados, pese a que en la víspera los activistas denunciaron que los vehículos del Ejército se habían ocultado en dependencias gubernamentales.

El jefe de la misión ha sido blanco de las críticas de los opositores, que denunciaron que un general involucrado en los crímenes de la región sudanesa de Darfur encabece la investigación de los posibles abusos cometidos en Siria.