EEUU no tolerará el cierre del estrecho de Ormuz, según advirtieron ayer funcionarios civiles y militares como respuesta a la amenaza de Irán a la navegación en esa vía marítima entre el Golfo Pérsico y el Golfo de Omán.

"No se tolerará trastorno alguno del tráfico marítimo por el estrecho de Ormuz", dijo ayer el portavoz del Pentágono, George Little.

Por su parte, la teniente Rebecca Rebarich, portavoz de la Quinta Flota Naval de EEUU, dijo en Bahrein que "cualquiera que amenace la libertad de navegación en un estrecho internacional claramente está al margen de la comunidad de las naciones".

El estrecho, que en su punto más angosto mide 54 kilómetros, es una vía de navegación en aguas territoriales de Irán y de Omán por la cual transitan, cada día, un promedio de 13 buques cisternas que transportan más de 15 millones de barriles de petróleo crudo, es decir, un tercio de los embarques mundiales de hidrocarburos.

Las reacciones estadounidenses de ayer responden a unas declaraciones del viceprimer ministro de Irán, Mohammad Reza Rahimi, quien el martes dijo que si las sanciones internacionales que EEUU promueve afectaran a las exportaciones petroleras iraníes, el gobierno de Teherán podría cerrar la navegación en el estrecho.

EEUU y sus aliados en Europa promueven el incremento de las sanciones contra Irán para que este país suspenda su programa de desarrollo de energía nuclear que, según Washington, se encamina a la fabricación de armas atómicas.

En el mercado mundial de crudo persisten las dudas de que Irán cumpla sus amenazas, pero las crecientes tensiones en la región amenazan con mantener altos los precios del petróleo.