Tres coches palestinos fueron quemados la pasada madrugada en una aldea del norte de Cisjordania en un probable ataque de colonos judíos radicales, a juzgar por las pintadas aparecidas en el muro exterior de una mezquita cercana.

Los hechos ocurrieron en la aldea de Dir Istia, entre el asentamiento judío de Ariel y la ciudad palestina de Nablus, dijo Miki Rosenfeld, portavoz de la Policía israelí.

Los agresores "quemaron tres coches y en la pared de una mezquita pintaron en hebreo: ''Política de precios'' y ''Gal Yosef'', un enclave evacuado entre el domingo y el lunes", declaró el portavoz.

El alcalde de Dir Istia, Nazmi Salman, relató a medios locales que testigos vieron a tres individuos que circulaban a toda velocidad por la principal calle del pueblo en un coche rojo y matrícula israelí.

"Poco después, cerca de la mezquita, los vecinos vieron tres coches arder y sobre el muro exterior de la mezquita la inscripción: ''Política de precios''", declaró.

El ataque de hoy sigue a una larga lista de ataques similares perpetrados en aldeas palestinas y contra bases militares israelíes en los últimos dos años y que son atribuidos por las autoridades israelíes a grupos radicales de colonos que se autodenominan "Tag Mejir" o "Política de precios".

Estos grupos actúan generalmente en represalia por ataques palestinos o decisiones de las autoridades políticas israelíes en contra de la colonización del territorio palestino de Cisjordania, como ha sido la evacuación del pequeño enclave de Gal Yosef.

Su nombre responde a la supuesta lista de represalias o "precios a pagar" que han elaborado para cada caso.

Rosenfeld señaló que "expertos de la Policía Científica estudiaron esta mañana los daños causados que lleven a dar con los autores", pero confirmó que "todavía no hay sospechosos".

La inmensa mayoría de estos ataques quedan impunes y sólo en las últimas semanas, después de un asalto de colonos a una comandancia militar israelí, se han practicado una decena de arrestos.

Todas las detenciones están relacionadas con el seguimiento y vigilancia de fuerzas militares israelíes en Cisjordania y, según el diario Yediot Aharonot, los sospechosos cuentan con una amplia red de informadores dentro de las filas del Ejército.