La UE reservará el fondo de rescate permanente (MEDE) a los países que ratifiquen el pacto fiscal y se comprometan a mantener el equilibrio presupuestario, como quería Alemania, según la última versión del borrador. La entrada en vigor del MEDE está prevista para julio de este año, mientras que la ratificación como condición para cualquier ayuda será aplicable a partir del 1 de marzo de 2013.

Los países que incumplan el tratado podrán ser llevados ante el Tribunal de Justicia de la UE, que podrá imponer en última instancia una multa de hasta el 0,1% del PIB del Estado afectado, que será abonada al MEDE.

El nuevo borrador del acuerdo que negocian todos los Estados miembros de la UE excepto Reino Unido, con fecha de ayer, no sólo refleja las demandas de la canciller alemana, Angela Merkel, sino que también incluye algunas peticiones de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo.

El Ejecutivo comunitario elaborará ahora informes sobre la correcta introducción de la "regla de oro" o freno de deuda en las legislaciones vinculantes o constituciones por parte de cada país, y si persiste el incumplimiento, uno o más firmantes del acuerdo podrán llevar el caso ante el Tribunal de Justicia de la UE. Los países podrán además, con independencia de los análisis de la Comisión Europea, denunciar a otro país ante esa corte.

Sanciones

El texto aclara además qué tipo de sanciones podrá dictarse para un continuo incumplimiento, al especificar que se puede, en última instancia, imponer una suma global o una sanción que se ajuste a las circunstancias y que no deberá exceder el 0,1% del PIB.

La imposición de sanciones de manera casi automática dentro de los procedimientos por déficit excesivo se limitará al incumplimiento de los criterios de déficit, mientras que no se tendrá en cuenta si se respetan los niveles recomendados de deuda, una solución que no agrada a todos los Estados miembros.

El borrador se hace eco de una exigencia de los eurodiputados, puesto que ahora el presidente del Parlamento Europeo puede ser invitado a las cumbres de líderes del euro que se celebrarán al menos dos veces al año.

También podrán unirse a la cita, cuando se considere oportuno y al menos una vez al año, los socios que no forman parte del euro, pero que hayan ratificado el pacto fiscal, una petición explícita de países como Polonia y Dinamarca, entre otros.

Otro de los aspectos que refuerza este último documento es la cooperación entre los parlamentos nacionales y la Eurocámara, que ahora celebrarán conferencias conjuntas a las que asistirán los presidentes de sus respectivas comisiones de presupuesto.

El acuerdo para reforzar la disciplina fiscal quedará abierto a todos los miembros de la UE que quieran unirse y no lo firmen en un primer momento, según el borrador.

Su entrada en vigor se producirá el 1 de enero de 2013 una vez lo hayan ratificado 12 países, o antes si se consiguen doce ratificaciones, que además solo podrán desvincularse de sus compromisos en "circunstancias excepcionales", y su contenido deberá ser trasladado a los Tratados de la UE en un plazo máximo de 5 años.