El ministro de Finanzas y viceprimer ministro griego, Evangelos Venizelos, insinuó ayer que la quita de la deuda en manos privadas (206.000 millones de euros) puede superar el 70%, superior al 50% pactado en la cumbre europea de octubre.

"Hay una seria discusión basada en nuevos hechos. Hablamos de una PSI (las siglas por las que se conoce el plan de quita) mucho mayor que la original", afirmó Venizelos y añadió que los inversores deberán asumir "pérdidas mayores del 70% del valor presente neto" de sus bonos.

En principio, en octubre se había pactado una quita de unos 100.000 millones, en torno al 50%, pero dado el empeoramiento de la situación en Grecia, sumida en la recesión, se considera que será necesaria una quita mayor para cumplir el objetivo de reducir la deuda (actualmente superior al 160% de su PIB) al 120% en el año 2020.

Con todo, el ministro griego aseguró que las negociaciones con el Instituto Internacional del Finanzas (IIF), que representa los intereses de la gran banca que posee cerca de la mitad de la deuda helena en manos privadas, están "a un sólo paso" y sólo quedan "formalismos" para finalizar el acuerdo de canje de bonos.

El plazo se acaba

"Por desgracia, el tiempo se nos está acabando. Hasta el 13 de febrero debemos comenzar formalmente el proceso de canje de bonos para evitar los vencimientos de marzo", dijo en una rueda de prensa en referencia al desembolso de 14.400 millones de euros en bonos que afronta Grecia el 20 de marzo.

Para hacer frente a este pago, Grecia necesita recibir una nueva inyección de créditos de la UE y el FMI, con los que también prevé cerrar esta semana un acuerdo sobre las condiciones del nuevo préstamo, cuyo valor pactado en octubre era de 130.000 millones de euros pero que algunas fuentes lo elevan hasta los 145.000 millones.

Venizelos hizo un llamamiento a todos los tenedores de deuda griega a participar en la quita, ya que de otro modo el gobierno griego se vería obligado a aprobar una ley que hiciese obligatoria la quita, lo que sería considerado un "impago" por parte de los tenedores.

Se teme que los fondos de riesgo buscarían entonces activar sus Permutas de Impago Crediticio (CDS), lo que podría provocar una extensión de la inestabilidad a los bancos emisores de esos derivados financieros y a los mercados.

Si no hay una participación amplia en la quita, dijo Venizelos, Grecia "se irá a la ruina".