La nueva versión del proyecto de resolución sobre Siria que se negociaba ayer en el Consejo de Seguridad de la ONU no incluye los detalles concretos del plan de transición de la Liga Árabe, ni hace referencia a sus sanciones ni al envío de armas al país, en un esfuerzo por acercar posturas con Rusia.

Desaparecen del texto el llamamiento al presidente sirio, Bachar al Asad, para que traspase el poder a su vicepresidente para formar un "gobierno de unidad nacional", según una copia del nuevo texto que Marruecos envió al resto de miembros del Consejo y que se estudiaba anoche en una nueva reunión a puerta cerrada.

La reunión del Consejo se pospuso hasta las 20.00 GMT para dar más tiempo a sus 15 miembros para recibir instrucciones de sus capitales, en especial en el caso de Moscú, el Gobierno más reticente a aprobar esta resolución.

"Estamos esperando las instrucciones que reciba el embajador ruso desde Moscú sobre las propuestas que se oyeron en la reunión del miércoles", señalaron fuentes diplomáticas del Consejo de Seguridad, que dijeron que se han logrado "compromisos", pero que "todavía se está muy lejos de obtener un resultado final".

Las modificaciones

Las modificaciones al texto también afectan a los párrafos en los que se animaba a los Estados miembros a adoptar "las mismas medidas" impuestas por la Liga Árabe sobre las sanciones y el "traspaso de armas a Siria, que alimenta la violencia", algo a lo que se oponía Rusia, principal proveedor de armamento al régimen sirio.

"Lo importante para nosotros es que el texto incluya el apoyo a la iniciativa de la Liga Árabe. Ésa es nuestra línea roja, el resto se puede negociar", indicó una fuente diplomática europea sobre las negociaciones del nuevo texto, que en principio mantiene "el completo apoyo" al plan de transición de la Liga Árabe.

También se mantiene la condena a "las continuadas y extendidas graves violaciones de derechos humanos y las libertades fundamentales por parte de las autoridades sirias", y pide el cese inmediato de la violencia, la liberación de prisioneros, la retirada de las fuerzas de seguridad de la calle y el acceso de prensa extranjera.

Los esfuerzos de los países árabes, europeos y de EEUU se centraban en lograr que Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad, con poder de veto y aliado tradicional de Damasco, no vete la resolución sobre Siria.