Decenas de personas se apostaron hoy a las puertas de la Embajada de Siria en Washington para protestar por la situación de represión que está sufriendo el país y las numerosas muertes de civiles que ha dejado a su paso.

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá mañana sábado para someter a votación una nueva versión del proyecto de resolución sobre Siria presentado la semana pasada por Marruecos en apoyo al plan de transición de la Liga Árabe.

El máximo órgano de decisión de la ONU se reunirá a partir de las 14.00 GMT con intención de votar el texto sobre Siria, según anunciaron varios miembros del Consejo de Seguridad, después de que Rusia no haya presentado ninguna modificación al último borrador que hay sobre la mesa.

El Consejo de Seguridad se enfrenta así a una nueva oportunidad para romper el silencio en el que está sumido desde que empezó la represión en Siria contra los opositores, después de que varias propuestas de sus miembros por condenar a Damasco quedaran estancadas principalmente ante la oposición rusa y china.

Esa represión ha causado más de 5.400 muertos, según la propia organización, una cifra que según la oposición siria sería superior a 6.000 y que ha llevado al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, a pedir una reacción del Consejo de Seguridad en repetidas ocasiones.

Precisamente hoy, la secretario de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, mantuvo una conversación telefónica "constructiva" con su colega ruso, Sergei Lavrov, acerca del debate en el seno de la ONU de una posible resolución sobre Siria.

"La secretaria de Estado habló esta mañana con Lavrov. Ambos acordaron que sus equipos en Nueva York seguirían consultando sobre este proyecto de resolución", dijo el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, en su conferencia de prensa diaria.

La conversación se produjo después de varios intentos frustrados por parte de Clinton de contactar con Lavrov y que fueron justificados por Moscú debido al viaje del ministro a Australia.

Además, coincidió con el rechazo de Rusia del último borrador de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, con el argumento de que no tiene en cuenta todas sus preocupaciones y las de sus aliados sobre la situación en Siria.

Desde Australia, Lavrov aseguró hoy que Moscú no permitirá nunca la adopción de una resolución que allane el camino para una intervención militar en Siria e incluya una demanda de renuncia del presidente Bachar Al Asad.

Moscú acusa a EE.UU. de querer aplicar en Siria el guión libio: sanciones internacionales, embargo aéreo, intervención militar occidental y cambio de régimen.

Clinton descartó el martes esa idea de que se quiera convertir a Siria en "una nueva Libia", que tachó de "analogía falsa".