Las ciudades del Extremo Oriente y Siberia fueron hoy las primeras en Rusia, con menor resultado del esperado, en reiniciar las protestas contra el oficialismo de Vladímir Putin para demandar unos comicios presidenciales limpios en marzo y exigir la anulación de los resultados de las parlamentarias de diciembre.

En la ciudad de Yuzhno-Sajalinsk, en el Pacífico Norte ruso, entre 80 personas, según la policía, y 300 según los organizadores salieron a las calles bajo el lema "Por unas elecciones limpias sin Putin".

Aunque el mitin fue apoyado por toda la oposición rusa en bloque, las bajas temperaturas y el largo trance vacacional transcurrido entre la última protesta multitudinaria del pasado 24 de diciembre y la jornada de hoy no logró reunir ni siquiera a las 500 personas autorizadas por la alcaldía, según la agencia Interfax.

La baja participación se repitió en prácticamente todas las ciudades siberianas de Rusia, la mayoría de las cuales sufren hoy temperaturas que rondan los 20 grados centígrados bajo cero.

En Jabárovsk, donde también se esperaba la participación de medio millar de personas, apenas tres centenares salieron a las calles en una gélida mañana, y entre ellos militantes del Partido Comunista de Rusia (PCR), Rusia Justa (RJ), además de partidarios de la derecha liberal rusa y del candidato a la Presidencia Mijail Prójorov.

También con 20 grados bajo cero partidarios del PCR celebraron un mitin en la ciudad de Chitá: 300 según los organizadores, 50 según la policía.

Entre trescientas y cuatrocientas personas plantaron cara al frío para exigir elecciones limpias en Novosibirsk, mientras que entre 100 y 250 se congregaron en la capital del Pacífico ruso, Vladivostok, donde desplegaron pancartas llamando a la población a votar el próximo 4 de marzo por cualquier candidato menos por Putin.

El inusual frío, incluso en estas latitudes, que recorre toda Rusia desde Vladívostok hasta las fronteras occidentales ha marcado y seguirá marcando, según todo indica, la diferencia entre las multitudinarias protestas sin precedentes de diciembre y las manifestaciones de hoy, a un mes exacto de las presidenciales.

Es en Moscú donde se espera la mayor asistencia de manifestantes para recordar al oficialismo de Rusia Unida y al candidato a la Presidencia Putin que los rusos vigilarán de cerca el proceso electoral de marzo y que siguen muy descontentos con los resultados de las parlamentarias de diciembre.

A pesar de los veinte grados bajo cero con los que amaneció hoy la capital rusa, se espera que al menos 40.000 personas recorran las calles de la ciudad, según dijo este viernes uno de los organizadores del acto de protesta.

La marcha, que recorrerá dos kilómetros y medio por el centro de Moscú, arrancará a las 13:00 hora local (09:00 GMT) y los participantes tendrán que pasar por detectores de metales antes de integrarse en la marcha.

La oposición mantiene sus demandas de dimisión del presidente de la Comisión Electoral Central, Vladímir Chúrov, la liberación de los presos políticos, la anulación de los resultados de las elecciones parlamentarias de diciembre y su repetición.

Mientras, agrupaciones patrióticas afines al Kremlin celebran hoy en Moscú otro acto para defender, bajo el lema "Tenemos qué perder", la candidatura de Putin, cuya más que previsible vuelta al Kremlin fue uno de los detonantes de las actuales protestas.

El propio primer ministro apoyó hoy esa manifestación, que empezará a la misma hora que el acto de la oposición, y dijo que a ella asistirán "las personas que expresarán con honestidad su postura antinaranja (en alusión a la Revolución Naranja de Ucrania)", a los que mostró su agradecimiento.

Un 65 % de los rusos, de hecho, cree que Putin ganará las presidenciales y es que muchos rusos creen que su voto no decidirá al ganador de las elecciones y pronostican que en las elecciones de marzo habrá tantas falsificaciones como en las parlamentarias del 4 de diciembre.