Expertos en defensa presentaron hoy un estudio que aboga por enterrar la polémica entre EEUU y Rusia en torno al escudo antimisiles y les anima a cooperar a nivel estratégico en materia militar, defensiva y económica.

El documento, titulado "Iniciativa de seguridad Euro-Atlántica", abrió la segunda jornada de la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC), el "Davos" de la política exterior y la defensa.

"El principal problema con el que nos hemos topado a la hora de buscar una solución ha sido la desconfianza", explicó uno de sus promotores, Igor Ivanov, ex ministro ruso de Exteriores.

El texto afirma que "la única forma" de lograr la seguridad "a largo plazo" de Eurasia y América del Norte se basa "en la construcción de una Comunidad de Seguridad Euro-Atlántica inclusiva, de unidad y funcional", en la que las disputas se resuelven "exclusivamente por métodos diplomáticos, legales y no violentos".

Esto implica, según argumentó Samuel Nunn, senador estadounidense y otro de los promotores de la iniciativa, un intenso "diálogo constructivo" y una "cooperación estratégica" entre EEUU, Rusia y la OTAN para "afrontar los "peligros globales" actuales, que son el "terrorismo" y la "proliferación nuclear", en una velada referencia a Irán.

El objetivo final de este estudio, fruto de dos años de trabajo, es consolidar una alianza basada en el "respeto mutuo", la "preocupación por la seguridad de resto de países", la eliminación de "viejos miedos" y recelos, y la cooperación para afrontar "nuevos retos en seguridad y economía.

Esta propuesta transversal insta a Rusia y la OTAN a limar asperezas y establecer un sistema de misiles balísticos único en Europa que se base exclusivamente en la transmisión de información entre los socios, y no en la transferencia de tecnología, algo a lo que se oponía EEUU.

Esta fórmula de colaboración estratégica podría lograr atraer a Moscú, que hasta ahora ha percibido el escudo de la OTAN como un sistema de defensa frente a Rusia.

Además, este estudio "ecléctico", en palabras de Ivanov, apunta también soluciones diversas para asuntos que van desde conflictos latentes en Eurasia a la conservación del ártico.

El documento, impulsado por la organización pacifista Carnegie Endowment y encabezado por Ischinger, ha contado con la colaboración de expertos en defensa y seguridad de EEUU, Rusia, Alemania, Reino Unido, Turquía, Ucrania, Hungría, Georgia, Canadá, Francia, Finlandia, Polonia y Armenia.

La MSC, una iniciativa privada con 48 años de trayectoria, ha congregado desde ayer y hasta el domingo a decenas de ministros, militares, empresarios y expertos en defensa y seguridad de más de 70 países.

El programa de esta edición está centrando en el programa nuclear iraní, la revolución siria, el conflicto entre israelíes y palestinos, la seguridad energética global, y la posición de Europa en el concierto internacional desde el punto de vista de la crisis y del despegue asiático de la mano de China.

La cita ha congregado este año, entre otros, a la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, el primer ministro italiano, Mario Monti, y los ministros de Exteriores de Francia, Alain Juppé, Alemania, Guido Westerwelle, Rusia, Serguéi Lavrov, y España, José Manuel García-Margallo.