El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, exigió hoy que la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU condene también la violencia de los militares rebeldes para poder suscribirla.

Sus declaraciones tuvieron lugar durante la segunda jornada de la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC), el "Davos" de la política exterior y la defensa, que congrega desde ayer y hasta el domingo a decenas de ministros, militares, empresarios y expertos en defensa y seguridad de más de 70 países.

"La propuesta de resolución condena la violencia del Ejército sirio, pero debe condenar también la violencia que ejercen los militares rebeldes", aseguró Lavrov, que se mostró crítico con la actuación del Ejército Libre Sirio (ELS).

El titular ruso de Asuntos Exteriores indicó que en el borrador de resolución que se está estudiando en Nueva York se detallan "demandas muy específicas" para el régimen de Al Asad, pero que no para los militares rebeldes que recurren a la violencia también contra civiles y edificios gubernamentales.

Además, Lavrov consideró que también se debe modificar en la resolución la hoja de ruta indicada para desarrollar el denominado "diálogo nacional", que sigue el calendario propuesto por la Liga Árabe, al considerarla no adecuada y difícilmente aplicable.

"No es que esta resolución no tenga futuro. Pero debemos modificar estos dos problemas", añadió.

El ministro, desdeñó asimismo las críticas contra Rusia por bloquear en el Consejo de Seguridad el aumento de la presión internacional contra el régimen sirio, tras diez meses de protestas y alrededor de 6.000 muertos, según los cálculos de Naciones Unidas.

"No somos amigos ni aliados de Asad. Nosotros apoyamos el llamamiento de cambio del pueblo sirio", subrayó Lavrov, que a continuación habló de los conceptos de no injerencia en asuntos internos y de diálogo sin requisitos previos.

Asimismo, Lavrov recordó que Rusia presentó un borrador de resolución sobre Siria en diciembre, pero que fue rechazada por algunos miembros del Consejo de Seguridad, que empezaron a trabajar en una nueva liderados por Francia.

La MSC, una iniciativa privada con 48 años de trayectoria, ha congregado desde ayer y hasta el domingo a decenas de ministros, militares, empresarios y expertos en defensa y seguridad de más de 70 países.

La agenda de esta edición está centrada en el programa nuclear iraní, la revolución siria, el conflicto entre israelíes y palestinos, la seguridad energética global, y la posición de Europa en el concierto internacional desde el punto de vista de la crisis y del despegue asiático de la mano de China.

La cita ha congregado este año, entre otros, a la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, el primer ministro italiano, Mario Monti, y los ministros de Exteriores de Francia, Alain Juppé, Alemania, Guido Westerwelle, Rusia, Serguéi Lavrov, y España, José Manuel García-Margallo.